La cantaora almeriense María José Pérez Rodríguez ha sido la ganadora de la Lámpara Minera en la LV edición del Festival Internacional del Cante de las Minas, además de conseguir los premios por mineras y cartageneras.
Una final no es la conclusión de algo, sino el inicio, en este caso, de una carrera por empezar y eso lo sabe esta cantaora, diplomada en Logopedia y maestra en la especialidad de Audición y Lenguaje por la Universidad de Granada, que asegura que los estudios los cursó "por si tenía que tirar de ellos", pero la "ayudan a la hora de cantar".
Su cante ha gustado en las semifinales y la final a un público entregado a ella en cada palo por el que se ha arrancado, pero también al jurado que le ha otorgado el primer premio de mineras y de cartageneras, dotados con 6.000 y 3.000 euros, respectivamente, a los que se le suman los 15.000 de la Lámpara.
Ha recibido el galardón llorando y no ha dejado de hacerlo hasta que se ha vuelto a sentar para volver a cantar y regalar a los asistentes a la Catedral del Cante unos fandangos.
Ganar en La Unión es hacerlo en el lugar donde se confirman las estrellas del flamenco, y eso María José lo sabe: "Esto es un sueño, es muy importante, un filón, un escalón para seguir creciendo en mi carrera."
Esta trayectoria que ahora da un giro, un punto de inflexión que, tras celebrarlo con su marido, su hija y su gente, tocará aprovecharlo para "estudiar el flamenco, los cantes, aprender aún más", aunque también ha recordado que "este premio conlleva una responsabilidad cada vez que subes al escenario."
La nueva Lámpara Minera, que tiene tres discos grabados, ya ganó el Melón de Oro de Lo Ferro (Torre Pacheco, Murcia) en 2003, el mismo año en el que se hizo con el primer premio del Concurso Nacional de Saetas de La Unión.
Ha sido la gran triunfadora, pero no la única. En la categoría de baile, el premio El Desplante ha sido para Alba Heredia, una joven granadina del Sacromonte nacida en 1995 y que ha levantado al público con sus dos actuaciones esta noche.
Igualmente emocionada, no ha tardado en celebrar en los camerinos el triunfo con sus familiares y amigos después de recoger el diploma y el trofeo, con una dotación económica de 9.000 euros.
El segundo premio de baile ha recaído en el sevillano de Los Palacios Amador Rojas Falcón.
Respecto al Filón -el premio que se otorga al mejor instrumentista no guitarrista-, el ganador ha sido el saxofonista Gautama del Campo. Después de dos intentos en el Festival del Cante de las Minas, a la tercera ha sido cuando el músico sevillano ha logrado el primer puesto, dotado 6.000 euros.
El segundo premio en esta categoría ha sido para el pianista jienense y criado en Córdoba Alfonso Aroca.
En la categoría de guitarra, el Bordón Minero y el segundo han quedado desiertos al no haber finalistas.
No son estos los únicos premios que se otorgan en la madrugada más especial del festival minero.
Así, la niña de 9 años Reyes Carrasco, de Los Palacios (Sevilla), que ha levantado una sonora ovación nada más pisar el escenario para interpretar unas cantiñas, se ha hecho con el premio especial para cantaores jóvenes.
Además, el jurado del Cante de las Minas ha premiado a la malagueña La Repompilla en el grupo de cantes bajo andaluces por sus siguiriyas y por los tangos. En la misma categoría ha sido galardonado el cantaor Antonio Mejías, de Montilla (Córdoba), por una soleá.
El premio de tarantas ha sido para la almeriense Montserrat Pérez; el galardón de murcianas y otros cantes mineros para Toñi Fernández, de Huércal de Almería; el premio de malagueñas para Isabel Fátima Guerrero, de Fuengirola (Málaga), y en la modalidad de otros cantes de Córdoba, Huelva, Granada y Málaga, Rocío Luna, de Córdoba, se ha llevado el premio por la interpretación de una granaína y media granaína.
De este modo, el Festival del Cante de las Minas pone fin a su edición número 55 en una noche en la que la organización del festival ha entregado el Castillete de Oro a la Comunidad de Murcia.