"Nuestro deber es hacer todo lo posible para que el horror de una guerra global no vuelva a ocurrir”, ha dicho Putin en el día esperado de su discurso ante toda la nomenclatura rusa y televisada para el mundo. En el 77 aniversario de la victoria soviética, no rusa, -y aliada- frente al nazismo es una frase reconfortante aunque carece de credibilidad, desgraciadamente, ya que en el mismo discurso expresó que la guerra en Ucrania es una continuación de la guerra mundial porque la lucha rusa en Ucrania es contra el nazismo también. Muy gordo de tragar. Tan espeso como afirmar que la OTAN preparaba una guerra para recuperar Crimea para Ucrania. Inasumible. En las mismas fechas Alemania preparaba la apertura -frustrada finalmente- del gasoducto por el Mar Báltico -Nord Stream 2- lo que resta total credibilidad a la afirmación. Pero es interesante que el líder chino, Xi Jinping, se haya sumado con inquietud a la posibilidad de una conflagración mundial: ”Hay que hacer todos los esfuerzos para evitar la intensificación y expansión del conflicto en Ucrania, que podría llevar a una situación inmanejable”. China es, como es sabido, el principal sostén internacional de Rusia.
Han salido a la palestra dos intelectuales de primer nivel -Edgar Morin, 100 años, y Jürgen Habermas, 92 años-. Ambos han publicado sendas llamadas a la contención y la prudencia para que no ocurra lo que la opinión pública teme con razón: Que la invasión rusa de Ucrania desemboque en un conflicto que pueda ir desde una guerra nuclear táctica a una guerra convencional que se extienda a otros países -de la OTAN o no- que ponga al mundo a un paso de la tercera guerra mundial. Es muy significativo que dos personalidades con la trayectoria impresionante de Habermas y Morin -europeístas reconocidos, con centenares de publicaciones , cargados de doctorados Honoris Causa y de premios y respetados internacionalmente- hagan un llamamiento a favor de un acuerdo, difícil y complicado, pero que ponga fin cuanto antes a la guerra en Ucrania. Con un acuerdo de paz o con un alto el fuego que evite la amenaza nuclear varias veces proclamada como amenaza posible por Putin. Ambos defienden que Ucrania tiene derecho a defenderse pero piden la neutralidad futura de Ucrania. Triste Día de Europa este 9 de mayo con la guerra como fondo.