El presidente del PNV de Guipúzcoa, Joseba Egibar, dio ayer por “terminado” definitivamente el proyecto de fusión de la Kutxa guipuzcoana y la BBK vizcaína, y acusó al PSE/EE de oponerse a esta integración de las dos cajas para “endosar una derrota” al Partido Nacionalista Vasco.
Frente a la opinión de partidos como EA, que exigen la celebración de una nueva asamblea de la Kutxa en la que la votación no sea secreta o del PSE que deja abierta la posibilidad de una fusión en la que se incluya también a la Caja Vital pero desde el máximo consenso, Egibar ha recalcado que el proceso “ha concluido”.
Recordó, en una rueda de prensa, que los que apoyaban la fusión en la Kutxa guipuzcoana sumaron 63 votos, frente a los 33 del PSE, PP, ELA, LAB y el colectivo de impositores de la izquierda abertzale Banatuz, además de 4 abstenciones, y subrayó que en el rechazo a la fusión “hay una responsabilidad propia e intransferible del bloque de no”.
El dirigente del PNV denunció la postura contraria a la fusión mantenida por los socialistas, que “en Andalucía, Cataluña, Galicia o Valencia han impulsado procesos” similares al considerarlos proyectos estratégicos, mientras que no lo ha hecho en Euskadi, en un “intento de retrasar en el tiempo” este proceso e “impedir que haya instituciones financieras potentes que estructuren este país”.
El único objetivo del PSE era “castigar al PNV”, y al término de la asamblea de Kutxa “brindaron con cava” por el resultado, pero “menuda victoria han obtenido”, comentó Egibar, quien reconoció su “decepción” por lo ocurrido, pero añadió que “la vida sigue” y que ahora Kutxa y BBK tendrán que continuar en solitario, aunque en la actual situación de crisis deberán afrontar proyectos importantes “con más limitaciones”.
Preguntado por los “compromisos incumplidos” a los que se refirió, comentó que ahora no se puede “entrar en una caza de brujas”, pero recordó que quienes pidieron el voto secreto, en referencia a los socialistas y a la izquierda abertzale, conocen su “responsabilidad”.
Insistió en que el PSE ha hecho “un ejercicio de cinismo”, ya que desde hace dos años acordó con el PNV impulsar la fusión a tres y “no lo ha cumplido. No es gente de fiar”.