Una mujer de 35 años de edad ha presentado una demanda de reclamación de responsabilidad civil contra un ginecólogo de una clínica de Cádiz y una aseguradora por diagnosticarle "erróneamente" un quiste ovárico cuando realmente se trataba de un embarazo ectópico extrauterino que, al no detectarse, le hizo reventar la trompa de falopio derecha, que tuvo que ser finalmente extirpada.

Según informó a Europa Press José Luis Ortiz, el letrado del Defensor del Paciente en Cádiz encargado de llevar el caso, el 20 de abril de 2009 la denunciante se desplazó de urgencias a la citada clínica por "un fuerte dolor en el lado derecho del bajo vientre, con retortijones, punzadas y sangrado abundante". La mujer acudió en compañía de su compañero sentimental, al "no poder tenerse en pie", pero "la mandaron a casa" tras mantenerla en observación.

Al día siguiente volvió a ingresar con el mismo cuadro clínico, si bien el dolor era "tan intenso que se hacía insoportable". Allí le sacaron sangre para análisis, le pusieron un gotero y la dejaron ingresada "administrándole calmantes".

El letrado indicó que la paciente advirtió que creía estar embarazada y que pidió que no le suministrasen ningún fármaco que pudiera perjudicar al futuro bebé, ya que hacía más de un mes que lo estaba buscando.

La mañana siguiente fue visitada "por primera vez" por el ginecólogo, que "le pauta un tratamiento de antibióticos y calmantes" al considerar que "seguramente sea un problema de quiste ovárico", volviendo a hacerle una ecografía. Según Ortiz, la paciente refiere que podría estar embarazada y consulta si sería conveniente hacerse una prueba de embarazo de farmacia, a lo que le contestan que "no es importante".

LOS ANÁLISIS

El día 23 reciben los resultados de los análisis de sangre, que tenían "marcadores biológicos", es decir, que "determinan la existencia o no de embarazo". En este sentido, el letrado manifestó que el ginecólogo "ni vio ni valoró" estos marcadores, puesto que "continúan con el diagnóstico erróneo de quiste ovárico".

La paciente continúa ingresada hasta el día 25, cuando le dan el alta y le pautan reposo, citándola para tres días más tarde, cuando el mismo ginecólogo le dice que quede "tranquila" porque con el tratamiento que le habían administrado "el quiste había desaparecido".

La denunciante continuó de baja la semana restante entera, acudiendo al trabajo el lunes 4 de mayo "encontrándose sumamente mal". Por ello, al terminar la jornada se realizó una prueba de embarazo que salió "inmediatamente positiva".

Esa misma noche acudió al Hospital Santa María de El Puerto de Santa María (Cádiz), donde le atendió el ginecólogo de guardia que le realizó otra prueba de embarazo que volvió a salir positiva.

COMPLICACIÓN

La paciente no tuvo tiempo de acudir a la Clínica de La Salud, porque a primera hora "sufrió el reventón de la trompa de falopio derecha, con abundante sagrado vaginal", llegando a "perder el conocimiento".

La familia la trasladó al hospital portuense, donde fue "operada de urgencia" con resultado de "pérdida de trompa de falopio". Según el letrado, la operación consistió en una salpinguectomía derecha laparoscópica, perdiéndose la oportunidad de realizar un tratamiento de conservación de la trompa y "con claro riesgo para su vida por la abundante pérdida de sangre que sufrió".

Finalmente, resumió que la mujer ha perdido una trompa de falopio, lo que "supondrá un mayor riesgo en embarazos futuros y una mayor dificultad de embarazo seguro", por lo que presentó una demanda de reclamación de responsabilidad civil contra el ginecólogo que la atendió en la clínica gaditana y Adeslas por diagnosticarle "erróneamente" el quiste ovárico que, a su juicio, desencadenó los hechos posteriores.