?El movimiento vecinal ha de hacer un esfuerzo y apretarse el cinturón?

En pleno vendaval económico, las asociaciones de vecinos de la capital onubense pasan por unos de sus momentos más delicados. En la entrevista concedida a Viva Huelva, José Luis Rebollo analiza la salud vecinal de la capital onubense, aboga por la cercanía con las administraciones para conseguir resultados, y defiende el altruismo y la solidaridad como los principales valores para que los barrios y ciudadanos de Huelva puedan avanzar en la consecución de un mayor bienestar social.

¿Cómo analiza ahora, cuatro años después, la ruptura que se produjo en el movimiento vecinal de Huelva?
–Nosotros queremos ya pasar página de eso, pero digamos que en las últimas elecciones de Tartessos hubo dos candidaturas, hubo cosas que nos pareció que no fueran todo lo transparente que tenían que ser, pusimos unas alegaciones, y lo único que pasó es que 15 ó 16 asociaciones nos salimos de esa federación. Pero insisto en que nosotros ya hemos pasado página, y no vamos a profundizar más en eso. Ahora somos 13 asociaciones las que componen Saltés, que son las asociaciones de los barrios más importantes de Huelva. Llevamos nuestra línea y respetamos totalmente a la otra federación.

¿Cuáles son las principales líneas de vuestro trabajo?
–Tenemos dos líneas de trabajo fundamentales con la idea clara de prestar un apoyo a las asociaciones, asesoramiento y representación, y dentro de esto hay dos vertientes. Nuestros barrios, con el objetivo de ir mejorando día a día la calidad de vida de sus vecinos. Y la otra vertiente es ir trabajando en los grandes proyectos de la ciudad, de los que nosotros somos unos grandes defensores. Por ejemplo, el Ensanche Sur marcará un antes y un después en la historia de Huelva. También defendemos la llegada del AVE, la estación debe hacerse ya, que el tren de alta velocidad llegue a Huelva será muy beneficioso para la economía onubense. Queremos también que se haga ya el macrocentro de salud que se ha de hacer en Isla Chica, porque en Huelva, hoy en día, los centros de salud están totalmente masificados.

¿Qué hay de social y qué de político en el movimiento vecinal?
–El movimiento vecinal es más social que político. Está claro que cada persona tiene su ideología, pero no se debe ser partidista, porque cuando uno se decanta, se destruye la filosofía del movimiento vecinal. Hay una línea que no debemos sobrepasar.

En Tartessos piensan que a Saltés el Ayuntamiento le presta más atención...
–Si nos echan más cuenta será porque trabajamos más, y somos más pesados. Practicamos mucho el diálogo, y nos gusta trabajar cara a cara con el político. Lo que tenemos que pedir lo hacemos en los despachos, y no en los medios de comunicación. Que haya un punto de complicidad con los políticos, sean del color que sea, es fundamental, porque los objetivos son los mismos.

¿Qué balance hace del reparto de las obras del Plan E?
–En el primero estuvimos satisfechos, y creemos que se hizo un tratamiento adecuado, y en este segundo, exactamente igual. Hay que tener en cuenta que aunque haya sido mucho dinero, no se puede llegar a todos los barrios. Ojalá pudiera ser así.

¿Cuáles son las principales carencias que hay en los barrios acogidos a Saltés?
–Se me ocurre, por ejemplo, que en el barrio del Molino hay un problema de atención a la sanidad porque su centro de salud está sobresaturado. En el Matadero, la principal carencia es que construyan la estación, y que quiten las vías del tren y el muro, que tiene al barrio comprimido. También se necesitan arreglos en El Torrejón, principalmente en arreglar el parque y asfaltar la Avenida de las Flores...

¿Está satisfecho con la imagen que hoy en día tienen los barrios de Huelva?
–En general, sí, aunque está claro que todo es mejorable.

Defíname la filosofía de Saltés
–Diálogo, altruismo, solidaridad y complicidad con las administraciones para defender el bienestar de los vecinos de Huelva.

¿Es totalmente imposible que las asociaciones vecinales no tengan que depender económicamente del Ayuntamiento?
–Totalmente no se puede subsistir sin la subvención del Ayuntamiento. Deberían haber partidas específicas presupuestarias para las asociaciones de vecinos. También hay que decir que en momentos de crisis como el actual, el movimiento vecinal tiene que hacer un esfuerzo y apretarse el cinturón. Nosotros estamos desarrollando un plan de austeridad.