Puleva, de Lactalis, ha optado por no dar su brazo a torcer y ha emitido un escrito en el que anuncia que dan por finalizada sin acuerdo la mesa de negociación
Como la leche agria, Puleva continúa con su “mala leche” y ha dado por rotas las negociaciones con los ganaderos andaluces, que no estaban dispuestos a aceptar la bajada del 15 por ciento en el precio por litro propuesta por la empresa del grupo Lactalis.
Puleva les había ofrecido un descenso de 9 céntimos por litro y los productores de Andalucía, en su mayoría, lo rechazaron y comenzaron una campaña denominado “Yo tiro mi leche” y cada día desperdiciaban 500.000 litros de leche como medida de presión.
Ante la “guerra de desgaste, a la empresa no le quedó otra que sentarse en una mesa de negociación. Pero su propuesta tampoco gustó a los ganaderos andaluces. Les propuso entonces comprarles toda la leche que producen cada día, lo que les habría impedido vender algunos litros a otras empresas que les pagan cada litro de leche por más dinero.
Así las cosas, finalmente Puleva ha optado por no dar su brazo a torcer y ha emitido un escrito en el que anuncia que dan “por finalizada sin acuerdo la mesa de negociación”.