?Debemos sumar los tres puntos para tener prácticamente atada la permanencia?, opina
La vuelta del gran capitán a las alineaciones del Cádiz ha coincidido con la mejoría notable del equipo. Espárrago ha conseguido apuntalar al bloque en la zona defensiva, haciendo que los jugadores pierdan los nervios por seguir perdiendo partidos, y a este apuntalamiento ha contribuido de forma decisiva la aportación de Andrés Fleurquin.
Ayer, el centrocampista uruguayo analizó el partido que los cadistas vivirán mañana ante la Real Sociedad: “Los dos equipos nos jugamos muchísimo, uno por un objetivo y otro por el contrario, pero la realidad es que últimamente en el Carranza nos estamos haciendo muy fuertes y a ellos les cuesta ganar fuera”. Pese a esas optimistas palabras del capitán, también advierte que “será duro para los dos, la verdad es que nos enfrentamos al equipo más regular del año”. “Las rachas sirven, pero en el partido puede pasar cualquier cosa, así que no hay que dormirse por el hecho de estar mejor en nuestro campo, sino que hay que entrar a muerte desde el minuto cero si queremos conseguir la victoria”, continúa en su análisis el futbolista.
“El primero puede perder contra el último en una división tan pareja como es la Segunda de este año”, opina Fleurquin, sabedor de que para que el Cádiz tenga alguna oportunidad de doblegar a los vascos hay que “intentar ver y aprovechar los defectos que tienen fuera de casa, siempre teniendo mucho cuidado de su mitad de campo hacia adelante porque tienen gente muy peligrosa”.
“El Cádiz llega a este partido en el mejor momento de la temporada y a ellos les cuesta ganar fuera”, deja caer el uruguayo, añadiendo que “hay que respetarlos porque están muy bien trabajados tácticamente y son muy buenos futbolistas... todos sabemos cómo compiten los vascos también”.
Consciente de que la situación no es fácil, avisa que “si no ganamos y los otros resultados no acompañan nos veremos otra vez con el agua al cuello, así que debemos vencer para tener prácticamente atada la permanencia”.
“Jugar en casa supone una presión extra porque la gente quiere vernos ganar y jugar bien, y eso a veces se hace algo difícil, pero ahora mismo jugar en casa nos da más seguridad”, confiesa Fleurquin, considerando muy positivo el hecho de que “estamos casi todos a disposición del entrenador y él tiene muchas más opciones para elegir que antes”.