Tras los
sucesos del pasado mayo, en el que tres veleros fueron atacados por un grupo de orcas en aguas del
Estrecho provocando considerables daños en las embarcaciones, la comunidad científica está estudiando las causas de estos ataques. Pero no hay conclusiones claras.
Al parecer, son
15 las orcas que forman este grupo de cetáceos, de las cuáles la mayor de ellas ha adoptado el nombre de ‘Gladis’, y las demás tienen denominaciones similares como ‘Gladis gris’, ‘Gladis negra’ o ‘Gladis peque’.
En un primer momento se habló de que las orcas podrían haber visto a este tipo de barcos como una
amenaza, y por ello les habrían embestido. Pero no era una posibilidad real, ya que los sucesos eran minoritarios.
Según algunos investigadores, la orca madre del grupo podría haber tenido una experiencia negativa con estos barcos que la dejara traumatizada, de ahí que hubiese inculcado a sus crías un
comportamiento agresivo.
Sin embargo, varios de los
expertos consultados por Andalucía Información son contrarios a esta opinión: “todos los cetáceos llevan siendo castigados desde hace 50 años. Antiguamente los japoneses cogían al día 50 kilos de ballenas, si fuese por malas experiencias se habrían empezado a vengar antes”, señalan.
También está sobre la mesa la posibilidad de que fueran
impactos fortuitos. Las orcas son un tipo de animal que necesita coger oxígeno de la superficie, y el hecho de que los veleros tengan un motor tan silencioso pudo provocar que se produjeran estos choques de manera involuntaria.
“Son tantas las opciones que incluso podría ser que hayan interactuado con el timón de un barco y les pareciera entretenido, de ahí que lo repitan más veces”, subrayan los expertos.
Todavía faltan más investigaciones al respecto, pero lo que está claro es que por el momento hay
división de opiniones entre los investigadores sobre la causa de estos hechos.