Más participación ciudadana en el Pepch

Este plan ha cambiado ya de nombre varias veces antes de nacer. Pepch, Pepyrichye, cada versión va alargando siglas para referirse a lo mismo: no se tiene aún planificación para las actuaciones urgentes que requiere el centro de nuestra ciudad.

Es preocupante que un proyecto de esta categoría se redacte sin tener en cuenta las propuestas ciudadanas. Sin embargo, el pasado 17 de junio se aprobó en Pleno por mayoría absoluta instar a la junta de Gobierno local al examen y posterior aprobación inicial del plan, sin que al parecer se vea la conveniencia de debate del tema por parte de todo el pleno, mucho menos se va a contar con las aportaciones de otros colectivos sociales.

La financiación de este plan se divide en tres aportaciones, la municipal con 20 millones de euros, la de la Junta de Andalucía, 32 millones de euros y 40 millones de euros de inversión privada.

Al equipo de gobierno local le preocupa especialmente encontrar inversores privados para los 40 millones. Esta obsesión es la que les lleva a seguir las propuestas que marcan los inversores encontrados, el uso de los suelos se sigue programando según propuestas puntuales de quienes pagan, no hay, por tanto, ninguna prisa en disponer de una planificación integral.

Esta falta de planificación se ha puesto de manifiesto de nuevo con la propuesta de cambiar de lugar el mercado, incluso se llegó a hablar de demoler el edificio actual por carecer de valor arquitectónico.

El actual mercado incluye edificio y entorno. El edificio no es feo y aunque no tenga mucho valor ‘artístico’ sí tiene valor etnográfico, es un lugar de referencia y de recuerdos para la ciudadanía y visitantes en general. Pues hemos estado a punto de perderlo, como el de la antigua estación, desaparecido por su falta de interés (¿?). En cuanto al entorno, se compone principalmente de pequeños y medianos comerciantes que viven gracias al paso para el Mercado.

La necesidad de más espacio o mejor distribución de los puestos se puede conseguir con una adecuada remodelación interna del edificio, sin tener que trasladar la actividad a otra zona, ni mucho menos demolerlo. Esta medida resultaría más económica y sostenible.

No se puede justificar el cambio de lugar alegando la exigencia de mejoras en las actuales instalaciones. El cambio de ubicación del mercado no es un reclamo social al que se esté atendiendo, simplemente responde a las condiciones de la negociación con el dueño de Bodegas Caballero. Quizás de aquí vengan las prisas por integrarlo en el plan del que estamos hablando, en el menor tiempo posible.

Y mientras tanto, casas vacías y no vacías en peligro de derrumbe y muchas que presentan grietas u otras graves deficiencias. Locales comerciales cerrados e incluso abandonados. Solares vacíos sucios y algunos sin vallado adecuado. Y a falta de un proyecto integrado para el uso alternativo de las bodegas. Sin prisas.

No queremos, ni podemos, estar a expensas de las propuestas de inversores que buscan principalmente poder seguir construyendo ‘urbanizaciones de lujo’ en suelos ‘vírgenes’.

Hace falta un plan para el centro consensuado con la ciudadanía y los inversores pretendientes a suelo en El Puerto tendrán que invertir en este plan si quieren licencia para hacerlo en otras zonas más rentables, según ellos.

Por todo lo anterior, las asociaciones y colectivos que integramos el Foro Social Portuense solicitamos:
Mesas de participación ciudadana con los redactores del Plan.

Que no se adopten decisiones precipitadas por parte del equipo de gobierno local en temas de bastante interés que deben ser consensuadas.

Un plan para el centro que recoja las principales aportaciones de la ciudadanía: rehabilitación de viviendas, peatonalización, conservación del conjunto bodeguero, entre otras.