Significado de los nombres

La heráldica es la parte auxiliar de la Historia que estudia la composición y significado de los escudos de armas que corresponden a cada apellido.

Hoy en día, lejos ya de los torneos entre caballeros donde se exhibían los blasones, sigue habiendo un interés por el significado de los nombres.

La palabra heráldica viene de heraldo, que era el caballero, siempre de la nobleza más acreditada, encargado de dirigir y dictar las leyes de los torneos.

Por lo general, los emblemas propios de una familia noble se elegían según el gusto del noble que quería usarlos. Eran hereditarios y por ello se vio la necesidad de registrarlos y de establecer unas normas para el uso del blasón.

Los escudos de los guerreros, al contrario que los familiares, se basaban en algún hecho de armas, el recuerdo de una hazaña para inmortalizar la acción a través de las siguientes generaciones.

Por otro lado, los nombres de pila se ponían originariamente de acuerdo con un rasgo de la persona o relativo a sus padres o a algún ascendiente destacable.

Hoy en día el nombre se pone sin saber, generalmente, lo que significa. La astrología, numerología y todo este tipo de creencias, atribuyen una serie de características al nombre, pero teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos no se conoce el significado, no hay ninguna base científica que justifique que una personalidad determinada está relacionada con un nombre concreto.

El Instituto de Estadística de Andalucía publicó la estadística de nombres de los recién nacidos en el año 2004, ampliando así la serie que estaba disponible desde 1996. El nombre más habitual elegido por los andaluces para sus hijos fue Alejandro. Le siguen Pablo, David y Daniel.

El nombre más común entre las niñas que nacieron en el año 2004 fue Lucía, superando al de María, que había venido siendo desde 1996 el nombre más usual.

Por otra parte, por primera vez en la historia, el nombre Mohamed (y sus variantes dependiendo del país de origen, Muhamad, Muhamed) ya es el nombre más común entre los niños nacidos en Londres y Amsterdam, muy por delante de los tradicionales británicos como Georges, Edwards y Johns, lo que pone de manifiesto la multiculturalidad hacia la que tiende Europa.