Belarra insiste en que este Ejecutivo, si sale adelante, "no puede entender esta legislatura como una suerte de prórroga que nos han regalado"
La líder de Podemos, Ione Belarra, ha advertido al PSOE y a Sumar que el nuevo Ejecutivo de coalición que se conforme, si es que eso ocurre, no puede ser un Gobierno "de transición", que deje las cosas tal como están y no aborde las "transformaciones sociales, feministas y democráticas pendientes".
Un aviso que pone sobre la mesa Belarra, también diputada de Sumar, en un artículo de opinión que escribe en Canal Red tras constatar la pérdida de espacio de la mayoría progresista plurinacional en las elecciones del 23 de julio.
Una mayoría que ha perdido en total dieciséis escaños con respecto a la que tenía en la anterior legislatura lo que dificultará aún más las posibilidades legislativas de un eventual Gobierno con Pedro Sánchez a la cabeza.
Por eso, Belarra, ministra de Derechos Sociales en funciones, insiste en que este Ejecutivo, si sale adelante, "no puede entender esta legislatura como una suerte de prórroga que nos han regalado los españoles y en la que no hace falta hacer nada".
Y le preocupa "enormemente", según señala, que el PSOE utilice esta nueva mayoría "como una excusa para no abordar ninguna de las medidas pendientes, que son muchas".
Cree, en este sentido, que se necesita valentía y ambición para abordar cuestiones clave como la crisis de la desigualdad, la del modelo territorial y "la terrible emergencia climática".
Además, aprovecha para recriminar a los socialistas su posición ante la causa de la igualdad de las mujeres: "el feminismo no es un pin de quita y pon del que puedas desprenderte en campaña porque tus amigos se han sentido ofendidos", subrayando que el feminismo es en la actualidad el movimiento con mayor capacidad de transformación de la sociedad, como se está viendo, apunta, con el caso Rubiales.
Defiende también la secretaria general de los morados una verdadera agenda de democratización del Estado que incluya a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y a la judicatura además de reclamar el control democrático de los sectores estratégicos como son la sanidad, la vivienda, la energía o las telecomunicaciones, refiriéndose a la entrada en Telefónica de capital saudí.