Un hombre infértil ha llevado su caso ante el Consejo Consultivo de Andalucía (CCA), pidiendo una indemnización de 100.000 euros por el supuesto daño moral que sufrió al descubrir que su hija nació mediante fecundación con semen de un donante. Según él, creía que era su hija biológica.
El CCA, con sede en Granada, ha desestimado la reclamación presentada por el hombre, quien calificó su sufrimiento como equiparable a la pérdida de un hijo. El dictamen indica que el reclamante presentó su recurso en septiembre de 2021, tras comprobar en febrero del mismo año que la niña no era su hija biológica.
El dictamen destaca la complejidad de apreciar el "daño moral de incalculable valor" que alega el demandante al descubrir la verdad. Según el CCA, el hombre descubrió que no era el padre biológico de la niña mediante una laboriosa y costosa investigación durante su proceso de divorcio. El afectado asegura que el Hospital Materno Infantil de Málaga, parte del SAS, no le informó adecuadamente sobre el origen del esperma utilizado en el tratamiento de fertilidad de su mujer. Sin embargo, el expediente clínico muestra un "consentimiento informado para fecundación in vitro", firmado por él, que permite el uso de un donante.
El informe clínico establece que, una vez firmado el consentimiento, ninguna de las partes puede impugnar la filiación de la descendencia. Además, un análisis de su semen reveló "azoospermia y semen no capacitable", lo que desacredita la alegación de que no estaba informado sobre la situación.
