Con todo lo que se ha hablado y qué tranquilo está el patio estos días en Cádiz con la llegada del ministro de Fomento. El anuncio de que el puente estará finalizado para el Doce parece que ha calmado las aguas y que ahora todo el mundo sólo espera que venga a la capital el martes para concretar los detalles que quedan aún pendientes, que no es poco dicho sea de paso. Y quizás por esta tranquilidad, el ambiente que se respira sobre este tema me recuerda mucho a la película Bienvenido Mister Marshall, aunque con muchos de los papeles cambiados, ya que aquí el protagonista no va a ser el alcalde que recoge todas las solicitudes de los ciudadanos (aunque no demos ideas no sea que tengamos Manifiestos para dar y regalar) sino el invitado, que esta vez sí va a parar y no pasará de largo como en el filme de Berlanga, más que nada porque deberá llegar por el ‘primer’ puente y ya se sabe que el que entra ahí, no sale.
Y es que Pepiño Blanco me temo que va a hacer de Pepe Isbert y aunque no saldrá al balcón consistorial sí acabará diciendo aquello de “como alcalde (ministro de Fomento) que soy os debo una explicación y os la voy a dar”... para no dar ninguna. Por desgracia, y espero equivocarme, estoy convencido de que su presencia va a dejar más sombras que luces. Blanco viene a confirmar lo que ya ha confirmado, que el puente estará acabado en el Doce, y poco más. Me da el pálpito que no va a despejar las muchas dudas que quedan y que hablará de finalizar las obras en “el primer semestre del año”, que es lo que los políticos consideran una fórmula aceptable para poder inaugurarlo en octubre. En el mejor de los casos, dirá que tiene su plena confianza en que los trabajos “estén acabados” para marzo o que se hará todo lo “imposible” para así sea, que es la manera de decir que se estrenará en... ¿octubre?. Lo que sí parece claro es el objetivo que se ha marcado el Gobierno, al margen de dar la sensación de que se va a cumplir de cara a las elecciones, es que debe estar abierto para la Cumbre de Jefes de Estado Iberoamericano, que como aún no tiene fecha cerrada que yo sepa siempre se puede poner... después de octubre.
Y con este panorama me imagino que, siguiendo con la película de Berlanga, la alcaldesa se podrá vestir de sheriff e imponer su ley... a base de firmas, porque el Manifiesto va a seguir activo por lo menos hasta las municipales. Teófila Martínez sabe que antes o después va a tener puente para el Bicentenario, pero no va a renunciar a tenerlo lo antes posible. Hasta ahora se ha mantenido más que comedida porque intuía que se iba a hacer, pero eso no implica que vaya a aceptar cualquier fecha. Primero porque sabe de la importancia que tiene este puente no sólo para el Bicentenario, sino como para la imagen que va a dar la ciudad ante todo el mundo a partir de ese momento. Y segundo porque ha visto que los gaditanos han respondido mejor de lo que se esperaba ante su campaña de recogidas de firmas y esto es algo que no se puede desaprovechar ante los periodos electorales que le esperan en los próximos dos años, con elecciones municipales, nacionales y autonómicas marcadas en rojo en su calendario personal.
Y, como me temo, el ministro Mr Marshall se lo va a poner fácil, va a tener argumentos de peso para seguir con su estrategia de presión. De hecho, aseguró que si el Blanco venía a decir que el puente estaría acabado en el Doce le pondría pancartas para recibirle(¿al estilo de la película?) y no creo que haya muchas este martes, salvo que los socialistas gaditanos se animen a poner alguna por su cuenta y riesgo.
el ’tercer’ puente
La película de Berlanga era un canto al sol, una burla a lo que se vendía en esa época sobre la llegada del amigo americano. Cabe esperar que esta nueva versión gaditana no acabe igual y se transforme en otra burla a toda una ciudad y a toda una Bahía y que no dé paso a una guerra política que acabe afectando directamente al Bicentenario. Y si alguien tiene dudas sobre lo que puede pasar, ahí está Puerto Real que esta semana ha desatado la polémica sobre el Consorcio y su apuesta casi en exclusiva por la capital y el olvido de otras obras pendientes. Y como Barroso se empeñe, como parece que quiere hacer, que se hable del ‘tercer’ puente, el de Zuazo, se puede abrir una brecha muy peligrosa en la que la política (o lo que es lo mismo los intereses partidistas de los partidos) se imponga al consenso existente y el Bicentenario se convierta en un campo de batalla donde dilucidar viejas rencillas y buscar nuevos votos.
Entonces dará igual cuántos viajes haga el ministro, los manifiestos que se creen o las promesas que se incumplan. Habrá que esperar a que García Berlanga haga ‘Bienvenido Mr Marshall 2. El esperpento continúa’ para darnos cuenta del error que se puede cometer.
Posdatas
Si algo no se ‘pierde’ es la memoria
No sé qué es lo que me produce más sentimiento. Si el de la alegría por saber que se han hallado los expedientes de los presos tras la guerra civil de la Cárcel Provincial o que el de indignación porque el Ministerio del Interior los diera por “perdidos”, porque en el fondo nunca los buscaron, porque los tenía la Asociación Andaluza para la Recuperación de la Memoria Histórica, que los encontró en la calle tirados. Seamos positivos y disfrutemos, sobre todo por el beneficio que están dando a las familias.
La política por fin estará al desnudo
Es el sueño de todo ciudadano, ver la realidad de la política y que estos se desnuden ante la opinión pública. Un sueño que, en parte, se puede hacer realidad, ya que los nudistas gaditanos han anunciado que se van a presentar a las elecciones municipales para reclamar su derecho a bañarse desnudos en las playas. No sé si sacarán muchos votos, pero sería ideal pensar que pudieran sacar un escaño en el Ayuntamiento y que fuera coherentes con su programa y se presentarán a los plenos con su ‘traje de faena’.