El número de víctimas mortales tras un ataque suicida este viernes en una mezquita en la provincia de Beluchistán, en el sur de Pakistán, aumentó a 34 y los heridos a más de 50, informaron a EFE las autoridades.
"Hasta el momento se han confirmado 34 muertos y más de 50 heridos en la explosión suicida", indicó el oficial de la comisaría de la ciudad de Mastung, en Baluchistán, donde tuvo lugar el ataque, Mohammad Javed Lehri.
Entre los muertos se encontró "un alto oficial de Policía que estaba de servicio para brindar protección a la procesión religiosa", agregó el agente.
El ataque ocurrió frente a una mezquita en medio de la festividad religiosa Eid-e-Miladun Nabi, un evento auspicioso en el que los musulmanes honran el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma, indicó a EFE otro responsable de la policía de Mastung, Zubair Baloch.
Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría del ataque.
Esta es la segunda explosión que se produce en Mustang este mes. El pasado 14 de septiembre, once personas, entre ellos el líder partido religioso Jamiat Ulema Islam (JUI), Hafiz Hamdullah, resultaron heridas a causa de una explosión cerca del vehículo en el que viajaban en la carretera Quetta-Karachi.
Esta formación política sufrió a finales del pasado julio un ataque suicida durante un mitin político, que causó al menos 63 muertos y 120 heridos, y que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico de Khorasan, una rama local del grupo terrorista.
Tras conocerse lo sucedido, el ministro del Interior interino de Pakistán, Sarfraz Bugti, condenó en la plataforma X, antes Twitter, "el atroz ataque en Mastung", y aseguró que el gobierno empleará todos los recursos dispobiles para garantizar atención a las víctimas y mejorar la seguridad en el país.
"Estamos comprometidos con una política de tolerancia cero contra los terroristas", afirmó Bugti.
Aumento de violencia
El ataque tiene lugar entre un aumento de la violencia armada en Pakistán desde la llegada al poder de los talibanes afganos en Kabul en agosto de 2021, que reactivó los ataques de sus hermanos ideológicos paquistaníes, especialmente en las provincias fronterizas con Afganistán de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán.
Esta última provincia es además escenario habitual de violencia, con la presencia de grupos armados, facciones talibanas y grupos yihadistas.
El país fue testigo de 271 ataques militantes durante la primera mitad del año, en los que 389 personas fallecieron y otras 656 resultaron heridas, según un informe publicado a principios de julio por el Instituto de Estudios de Seguridad y Conflictos de Pakistán.
Un incremento significativo de las cifras en comparación al mismo periodo de 2022, cuando Pakistán sufrió 151 ataques que causaron 293 muertos y 487 heridos.