Esteban Vigo: "Le tengo un enorme cariño a la ciudad de Jerez y a su gente"

Siempre será querido y recordado en nuestra ciudad por convertir en realidad el sueño histórico de todo el xerecismo: el ansiado ascenso a Primera División. Esteban Vigo (Vélez-Málaga, 17 de enero de 1955) consiguió, junto a una plantilla cargada de compromiso, algo grande que no se olvidará jamás en la memoria futbolística de la ciudad. Ahora, próximo a presentar su biografía, escrita por nuestro compañero Rubén Guerrero, repasa los momentos más importantes de esa vida que se queda plasmada en Ganador, el libro que verá la luz el próximo día 13 en el estreno oficial a nivel nacional en Jerez.

—¿Cuál ha sido el capítulo más difícil de su vida?
—Mi vida no ha sido fácil. Perdí a muy temprana edad a mi padre y nuestra familia era numerosa. Mis hermanos y yo nos tuvimos que poner a trabajar muy jóvenes y mi madre tuvo que sacarnos adelante. Los tiempos de antes no eran fáciles y aunque la verdad es que no pasamos hambre, vivimos momentos difíciles que pudimos superar gracias a la unión familiar que teníamos. Luego, la vida te va deparando sorpresas, algunas más agradables que otras. Toca lidiar con muchas situaciones muy complicadas, que he intentado superar.
—¿Cuándo empezó su pasión por el fútbol?
—De muy joven, en los campeonatos escolares. Comencé a jugar de la mano de un profesor y la verdad es que nunca llegué a pensar que iba a poder jugar en el Málaga o durante diez temporadas en el Barcelona. Una vez que llegué a la cantera del Málaga sí que me marqué como objetivo jugar en el primer equipo. Estando en el Marbella, equipo al que fui cedido, fue cuando pensé que quizás podía llegar a ser futbolista del Málaga. Uno siempre quiere llegar a lo más alto y el haber jugado en uno de los grandes como el Barcelona es algo que te marca para siempre.
—¿Qué capítulos guarda entre los más felices que ha vivido en el terreno deportivo?
—Llegar a la Primera División fue algo muy importante, al igual que compartir vestuario con jugadores de la talla de Schuster, Maradona o Cruyff. Llegué a Barcelona siendo todavía un niño, con 20 años, y fue muy bien acogido por la plantilla que había allí. La verdad es que disfruté muchísimo de aquellos tiempos. La consecución de títulos fueron momentos muy felices. Luego, como entrenador, también he tenido etapas malas y buenas, porque el fútbol es así, los resultados no siempre pueden acompañar. En los últimos años, afortunadamente, las cosas me han ido bien y lo he pasado en grande con los ascensos del Xerez y el Hércules.
—La obra que detalla su vida se presenta el lunes en Jerez, ¿por qué nuestra ciudad?
—A Málaga, Barcelona, Alicante y Jerez les tengo un gran cariño por todo lo que he vivido en esas ciudades. Han sido etapas diferentes de mi vida en las que me he ido evolucionando como persona. En Jerez conseguimos algo muy bonito y le tengo un enorme cariño a la ciudad y su gente.