Se trata de uno de los proyectos más codiciados por gran parte de los astilleros del mundo, ya que supone una importante inyección económica, de más de 400 millones de dólares (unos 330 millones de euros) en un panorama internacional que adolece de grandes pedidos de barcos de nueva construcción.
Así, Grupos Unidos por el Canal, integrado por la compañía española Sacyr Vallermoso, por la italiana Impregilo, la belga Juan de Nul y la panameña Constructora Urbana, obtuvo en julio del año pasado la concesión para construir el tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, que en la práctica consta de 16 compuertas rodantes, de 60 metros de largo por 10 de ancho y entre 22 y 30 metros de altura y con un consumo estimado de acero de 38.000 toneladas.
En un principio Grupos Unidos por el Canal tenía previsto dar a conocer después del verano el nombre de la empresa encargada de construir las compuertas, aunque finalmente no será hasta a finales de 2010 o principios de 2011 cuando el nombre se haga público el nombre de la adjudicataria.
Por su parte, la ingeniería gijonesa Idesa y la empresa Dacero buscan aliarse con los astilleros públicos españoles, en el caso de que estos consiguieran el contrato, aspirando a hacer entre cuatro y ocho de las 16 compuertas, en el taller que Dacero tiene en Veriña y en el taller que el grupo tiene en el Parque Empresarial Principado de Asturias, en Avilés.
Los trabajos que GUPC está desarrollando en ambos lado del canal se centran en estos momentos es el movimiento de tierras y en la preinstalación de la plantas de producción de hormigón, actividades en las que trabajan ya 1.880 personas de un total de 8.000 que lo harán a partir de 2012, cuando las obras estén a pleno rendimiento.
Los nuevos juegos de esclusas que iniciarán su actividad a finales de 2014 permitirán incrementar en cuatro el número de grandes barcos que transitan diariamente por el canal.
Lo que si se sabe ya es que la empresa surcoreana Hyundai Heavy Industries será la encargada de diseñar, proveer de materiales, construir e instalar las válvulas de las nuevas esclusas que serán instaladas en las compuertas del canal.
El Canal de Panamá, diseñado en 1904 para barcos de 267 metros de eslora y 28 metros de manga, como máximo, se ha quedado pequeño con la aparición de portacontenedores que superan los 300 metros de eslora, por lo que la ampliación de esta infraestructura a través de la construcción de este nuevo juego de esclusas venía siendo necesario desde hace tiempo.