Cada año, el 22 de diciembre, millones de españoles siguen con ilusión el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, que reparte más de 2.400 millones de euros en premios y los andaluces jugarán 501 millones de euros. Muchos de ellos han comprado décimos o participaciones de este sorteo, que se ha convertido en una tradición muy arraigada en la cultura española. En no pocas ocasiones nos vemos 'obligados' a comprar más de la que quisiéramos. Amigos o familiares que venden participaciones, compañeros de trabajo que proponen compartir un número… Es difícil resistirse porque, claro, si toca… Este fenómeno psicológico tiene un nombre, se llama FOMO, y es lo que nos impulsa a participar aunque en realidad no queramos.
¿Qué es el FOMO?
El FOMO es el acrónimo de la expresión inglesa Fear of Missing Out, que se traduce como "miedo a perderse algo". Se trata de una forma de ansiedad social que se caracteriza por el deseo de estar continuamente conectado con lo que hacen los demás, y por el temor de perderse una oportunidad única o una experiencia gratificante. El FOMO se asocia al uso excesivo de las redes sociales y de Internet, que nos permiten acceder a una gran cantidad de información sobre lo que ocurre en el mundo, y nos generan una sensación de comparación y de envidia. Así, las personas que sufren FOMO sienten que se están perdiendo algo importante, y que su vida es menos interesante o feliz que la de los demás.
¿Cómo se relaciona el FOMO con la Lotería de Navidad?
La Lotería de Navidad es un ejemplo de cómo el FOMO puede influir en nuestro comportamiento y en nuestras decisiones. Al comprar Lotería de Navidad, muchas personas lo hacen movidas por el miedo a perderse la posibilidad de ganar un premio que podría cambiar sus vidas, o por la presión social de no ser las únicas que no participan en este sorteo. Además, la publicidad, los medios de comunicación y el entorno familiar o laboral refuerzan este miedo, al mostrar imágenes de personas felices que celebran su suerte, o al crear expectativas sobre lo que harían si les tocara el Gordo. De esta forma, las personas que compran Lotería de Navidad buscan tener una esperanza, aunque sea mínima, de mejorar su situación, o al menos de no sentirse excluidas o arrepentidas si les tocara a otros.
¿Qué consecuencias tiene el FOMO para nuestra salud y nuestro bienestar?
El FOMO puede tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental, y para nuestro bienestar personal y social. Por un lado, el FOMO puede provocar estrés, ansiedad, depresión, insomnio, baja autoestima, falta de concentración o adicción a Internet, entre otros problemas. Por otro lado, el FOMO puede afectar a nuestra satisfacción con nuestra vida, a nuestra capacidad de disfrutar del presente, a nuestra creatividad, a nuestra toma de decisiones o a nuestras relaciones con los demás. El FOMO puede hacer que nos centremos más en lo que nos falta que en lo que tenemos, que nos comparemos constantemente con los demás, que nos dejemos llevar por las apariencias, que nos olvidemos de nuestros valores o que nos aislemos de nuestro entorno.
¿Cómo podemos superar el FOMO y hacer un uso responsable de la Lotería de Navidad?
Para superar el FOMO y hacer un uso responsable de la Lotería de Navidad, es importante que seamos conscientes de este fenómeno, y que adoptemos una serie de medidas que nos ayuden a mejorar nuestra salud y nuestro bienestar. Algunas de estas medidas son:
• Limitar el tiempo que dedicamos a las redes sociales y a Internet y establecer unos horarios y unas normas para su uso. Así, podremos evitar la sobreinformación, la distracción y la dependencia que nos generan estos medios.
• Fomentar el contacto real con las personas que nos importan y dedicar tiempo a compartir experiencias, sentimientos, opiniones o proyectos con ellas. Así, podremos fortalecer nuestros vínculos afectivos, y sentirnos más apoyados y queridos.
• Desarrollar actividades que nos gusten y nos hagan sentir bien y que nos permitan expresar nuestra personalidad, nuestra creatividad y nuestro potencial. Así, podremos aumentar nuestra autoestima, nuestra motivación y nuestra felicidad.
• Agradecer lo que tenemos y lo que somos y valorar los aspectos positivos de nuestra vida, sin compararnos con los demás ni idealizar lo que no tenemos. Así, podremos tener una actitud más optimista, más realista y más humilde.
• Jugar a la Lotería de Navidad con moderación y responsabilidad y entenderlo como una forma de ocio y de ilusión, no como una necesidad o una obsesión. Así, podremos disfrutar del sorteo sin que nos afecte negativamente, y sin que nos haga perder de vista lo que realmente importa.