Los autores concluyen que la reducción de la mortalidad por calor se debe en gran medida al desarrollo socioeconómico del país
Pese a la subida térmica de las últimas décadas, el aire acondicionado ha reducido un 28,6 % las muertes por altas temperaturas y algo más del 30 % las de calor extremo entre 1980 y 2018, casi cuatro décadas, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) impulsado por la Fundación La Caixa.
Las conclusiones, publicadas en Environment International, aportan información importante para diseñar políticas de adaptación al cambio climático.
Para el análisis estadístico, el equipo de investigación recopiló datos sobre la mortalidad diaria (por todas las causas) y el clima (temperatura y humedad relativa) de 48 provincias de la España peninsular y Baleares, entre enero de 1980 y diciembre de 2018.
A continuación, estos datos se relacionaron con 14 indicadores de contexto (variables demográficas y socioeconómicas como vivienda, ingresos y educación) para estas poblaciones durante el mismo periodo.
Los autores concluyen que la reducción de la mortalidad por calor se debe en gran medida al desarrollo socioeconómico del país durante el periodo estudiado, más que a intervenciones específicas como los sistemas de alerta de olas de calor.
Los autores señalan además que el uso generalizado de aire acondicionado podría contribuir aún más al calentamiento global dependiendo de la fuente de energía eléctrica, por lo que también son necesarias otras estrategias para bajar las temperaturas, como la ampliación de los espacios sostenibles en las ciudades.
Los investigadores del estudio cifran concretamente en el 31,5 % la reducción por el aire acondicionado de las muertes por calor extremo en el periodo analizado.
Asimismo, los sistemas de calefacción fueron responsables de reducir las muertes relacionadas con el frío un 38,3 %. Dicho descenso alcanzó el 50,8% en las relacionadas con frío "extremo".
Los datos hubieran sido aún mejores de no ser por el aumento en la proporción de personas mayores de 65 años, más susceptibles a las bajas temperaturas, según los investigadores.
"Comprender los factores que reducen la susceptibilidad a las temperaturas extremas es crucial para las políticas de adaptación sanitaria y combatir los efectos negativos del cambio climático", afirma el primer autor del estudio, Hicham Achebak, investigador de ISGlobal y del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm) en Francia.
Achebak, que además es titular de una beca postdoctoral Marie Sklodowska-Curie de la Comisión Europea, añade que los hallazgos del estudio amplían resultados anteriores sobre mortalidad relacionada con el calor en España.
Además subrayan la importancia del aire acondicionado y la calefacción como medidas de adaptación eficaces para mitigar los efectos del calor y el frío.
"Sin embargo, observamos grandes disparidades en la presencia de aire acondicionado entre provincias". "Para muchos hogares españoles, el aire acondicionado sigue siendo inasequible", advierte Achebak.