El domingo será Nochebuena y el próximo lunes Navidad, aunque ya llevamos meses inundados del “espíritu de la Navidad”, o para muchos de la siguiente fiesta del calendario, porque decir Feliz Navidad no es políticamente correcto, es mejor utilizar el “equivalente civil” Felices Fiestas.
Hay que celebrar sin mencionar lo que en nuestra tradición se celebra, el nacimiento de Jesús, aunque no hay reparos con el ajeno Feliz Halloween. Lo que empezó siendo el “All Hallows Eve”, o víspera de todos los santos en la Inglaterra medieval, perdió sus connotaciones religiosas con la reforma protestante y recuperó los aspectos paganos del “mundus patet” romano, con espíritus malignos y difuntos, y la celebración celta de origen druídico del Samhain del fin de la cosecha. Nuestra Navidad va por el mismo camino, y hay quienes ven más adecuado retomar la celebración del solsticio de invierno, las Saturnales romanas y la fiesta del sol invencible asociada al nacimiento de Apolo, y el nacimiento de Mitra en Persia.
Es bueno celebrar y los que mandan lo saben. Tiene una utilidad social inmensa para aparcar temporalmente otras preocupaciones. Hay que celebrar y pre-celebrar para alargar sus efectos. La pre-Navidad es tan larga que ya no se sabe bien cuándo comienza. Los roscones de Reyes y los mantecados llevan desde hace meses en los supermercados, la lotería de Navidad desde el verano, y algunas ciudades empezaron a instalar el alumbrado en agosto. Hay que instalar muchas luces y, si es posible, más que en la ciudad de al lado. Paradójicamente, en tiempos de sostenibilidad se compite por ver quién pone más. Quizás sean proporcionales a las que nos faltan en otras cosas.
Las luces parecen tener sobre las personas el mismo efecto que sobre los mosquitos en verano. Vamos indefectiblemente atraídos a donde hay más y si, además se le añade música, el efecto de atracción se multiplica. Cuesta resistirse a no comprar más de lo que realmente se necesita. Son tiempos de regalos, de buenos deseos, de tenemos que vernos más, de paz y amor, y de intercambiar mensajes con personas con las que quizás no hemos hablado en meses. Esperemos que estos buenos deseos no se apaguen cuando se quiten las luces. En SECOT los seniors regalamos todo el año a emprendedores y empresarios los conocimientos y experiencia acumulados durante toda la vida. Os esperamos para seguir aprendiendo y emprendiendo con vosotros. ¡Feliz Nochebuena y Feliz Navidad!