Rebajan la deuda de la región al mantenerse el endeudamiento

La consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, ya lo avisó por la mañana cuando hacía público el capítulo de gastos de los Presupuestos de la Junta de Andalucía (PJA) para 2011, que recogen un descenso de la inversión del 24,3% pero “agota el límite” de la deuda pública al situarla en el 1,3% del PIB, el máximo permitido, asumiendo la posibilidad de que las agencias crediticias “bajaran un escalón” a la calificación de Andalucía, como de hecho ocurrió por la tarde, cuando Standard & Poor’s la situaba en perspectiva negativa.

Adelantándose a cualquier crítica a una nueva rebaja en la calificación de la deuda andaluza, Martínez Aguayo aseguraba que “tenemos una calificación tan favorable que nos podemos permitir bajar un escalón”, ya que habían adoptado la “decisión política” de agotar los márgenes de déficit y situarse en el 1,3% del PIB para 2011, el máximo acordado para las comunidades autónomas, y con el objetivo de “dotarnos de los recursos necesarios” para el próximo ejercicio.

De hecho, horas después, Standard & Poor’s rebajaba la calificación de “AA” a “AA-”, manteniéndola de calidad pero en menor grado y con perspectiva negativa (habrá una nueva revisión) debido a su endeudamiento en los dos últimos años y a los gastos comprometidos hasta 2013, especialmente en educación, sanidad y servicios sociales.

A pesar de mantener ese nivel de endeudamiento en un 1,3% del PIB, la mayor autonomía financiera (por el incremento de transferencias estatales por impuestos) y las nuevas figuras tributarias puestas en marcha por la Junta, además de las perspectivas de recuperación económica, hacen confiar a la Administración autonómica que la economía andaluza crecerá en 2011 un 1,3% del PIB, la misma cifra que el nivel de endeudamiento del presupuesto.

En cuanto a los gastos en sí de las cuentas para 2011, que descienden en global un 6,1% con respecto a 2010, los PJA contemplan una reducción de las inversiones directas de un 24,3%, cifrado en algo más de 2.000 millones, aunque estas ascenderán a un total de 5.386 millones de euros, el 3,6% del PIB. Martínez Aguayo sumó al capítulo inversión los 515 millones que se movilizarán mediante fórmulas de colaboración público-privadas, los 1.362 millones del fondo de cooperación municipal (las corporaciones recibirán 420 millones de fondos incondicionados) y los estatales, con lo que cifró en 10.553,9 la inversión directa global de 2011.

Según Martínez Aguayo, todas las partidas presupuestarias sufrirán un descenso del 24,3% en 2011 salvo el gasto social, la educación, el empleo y las partidas “nucleares” para mantener el modelo productivo que impulsa la Junta a través del programa Andalucía Sostenible, aunque no quiso poner énfasis en las partidas que más descienden porque “lo importante” es lo que se incrementará.

Así, las partidas de educación subirán un 1,3% (7.485 millones), el Servicio Andaluz de Empleo un 4,7% (1.333 millones para políticas de promoción de empleo) o las partidas destinadas a la internacionalización de la economía (46,6 millones) y de apoyo empresarial (10 millones para fondos de avales y garantías a pymes y 50 para generación de espacios productivos.

También tendrá su importancia la investigación científica y tecnológica, crecerá un 3,4% y se crea un fondo de emprendedores tecnológicos (20 millones), mientras que se mantiene la cuantía para la política de universidades (1.281 millones).

La sanidad pública absorbe uno de cada tres euros del presupuesto y contará con 9.390 millones en 2011 y se incrementan un 8,7% los fondos para atender a los más de 173.000 beneficiarios de prestaciones de dependencia reconocidos en Andalucía.

Tras especificar que se han movilizado 683 millones de otras partidas para atender el gasto social, señaló que el Plan Proteja será sustituido por el Proyecta, que contará con 510 millones que se articularán en función de la reforma de las políticas activas de empleo emprendida por el SAE.

Según la consejera, ni el plan Proteja, al ser algo extraordinario en el presupuesto de 2010, ni el 5% de rebaja salarial acordada a mediados de año, se han contabilizado para “homogeneizar” los datos en los PJA de 2010, evitando que sean interpretados o como una reducción del gasto o como un descenso de inversión.