La historia se vuelve a repetir. Llegan las lluvias intensas y el casco antiguo se desmorona. La humedad hace estragos en las viviendas de esta zona, que se ven seriamente dañadas. Es el caso de la ubicada en el número 2 de la calle Llanos de San Juan -junto a la parroquia del barrio-, que en la mañana del pasado miércoles se vino abajo con el primer golpe de excavadora en el proceso de demolición. Ante este nuevo suceso, los vecinos alertan del riesgo de más derrumbes por el mal estado de muchas viviendas y exigen más inversiones públicas para una rehabilitación integral.

Desde hacía una semana, los propietarios de la vivienda de la calle Llanos de San Juan habían sido desalojados ante el riesgo de derrumbe. La Gerencia de Urbanismo había decretado el estado ruinoso y se disponía a demolerlo. En la mañana del miércoles, se inició el proceso, aunque no duró mucho. El primer golpe acarreó el derrumbe de toda la vivienda, cayendo todos los escombros hacia la calle, según explica la presidenta de la Asociación de Vecinos ‘Torre del Concejo’, María Cantos.

Ahora, los operarios de Mantenimiento Urbano se afanan en la recogida de todos los escombros que bloquean no sólo la calle Llana, sino también el único nudo de salida de la calle Almendros Aguilar. “Esperemos que lo arreglen lo antes posible, porque están bloqueados”, afirma Cantos, quien recuerda que hay muchos casos como éste en el casco antiguo de la ciudad.

Caso antiguo
Esta vivienda, que había sido abandonada por los propietarios una semana antes de venirse abajo, se encontraba en la base de datos elaborada por la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo ‘Arco del Consuelo’ hace justo diez años y presentada al Ayuntamiento, reconoce su presidente, Antonio Lozano, quien cree que es una prueba más de que “en estos años no se ha hecho nada por mejorar la situación en el casco antiguo de la ciudad”.

“La situación no ha cambiado casi nada”
El temporal de agua y viento que azotó la capital jienense en el invierno pasado hizo mucha mella en el deteriorado casco antiguo de la ciudad. Hubo desprendimientos en muchos edificios, entre ellos la sede de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno o la del Ayuntamiento de la capital. En ese momento, los vecinos advirtieron de que la zona no está preparada para asumir tal cantidad de agua y exigieron inversiones.

Un año después, “no ha cambiado casi nada”, según explicó el presidente de la Asociación ‘Arco del Consuelo’, quien lamentó que no se haya llevado a cabo un plan de rehabilitación integral para las viviendas. “No se ha llevado a cabo una intervención a fondo y así todos los años habrá secuela y más derrumbes”, destacó.

Prueba de esa inacción municipal, Lozano puso de ejemplo el caso de la calle Isabel Méndez, que lleva cortada más de diez meses por el riesgo de derrumbe de una casa. “Los vecinos no pueden acceder por este problema”, lamentó.

Por su parte, la presidenta de la Asociación ‘Torre del Concejo’, María Cantos, denunció el mal estado de la calle Martínez Molina, en la que han surgido numerosos socavones por el hundimiento del piso tras las lluvias caídas. “Es necesaria una actuación urgente”, advirtió.