Con más de diez años de experiencia y miles de turnos a sus espaldas, Mamás en Acción suma a su proyecto voluntarios, ahora andaluces, que tengan la posibilidad de "donar tiempo" para conseguir su gran objetivo: que no haya "un niño solo" en la cama de un hospital.
Majo Gimeno es la fundadora de esta ONG que ya está en ciudades de todo el país y amplía estas semanas su labor en Andalucía, con el comienzo de la colaboración con el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva y la expansión en Sevilla, donde ya trabaja en los hospitales Virgen del Rocío, Virgen Macarena y Valme.
Antes de comenzar una sesión de formación para futuros voluntarios, Gimeno explica a EFE que esta andadura comenzó en Valencia cuando, tras descubrir en un hospital que había un niño enfermo solo y querer acompañarlo, le dijeron que "a título personal allí no podía estar, tenía que pertenecer a un colectivo".
Desde entonces, con una red que supera los 3.000 voluntarios, se han expandido a nueve ciudades y 35 centros hospitalarios en los que han realizado más de 70.000 horas de acompañamiento a un millar de menores que se encontraban solos.
El perfil de los pequeños incluye desde los que han sufrido maltrato doméstico, cuyas familias son apartadas de ellos, hasta hijos de padres en "situaciones retadoras, que tienen que elegir entre acompañar a su hijo en el hospital y poder sostener al resto de la familia", pasando por los tutelados por la Administración, detalla Gimeno.
Aunque no hay datos de cuántos niños hay hospitalizados solos, sí se sabe que en España hay 56.000 que no tienen padres o no pueden vivir con ellos, a lo que se suman las 30.000 denuncias al año por maltrato infantil, un 89 % de cuyas víctimas pasan por el hospital.
Los niños acompañados se recuperan antes
Los voluntarios se organizan en turnos de dos o tres horas -excepto por la noche, de mayor duración-, con un máximo de tres a la semana, tiempo en el que su labor "es la misma que la de la mamá o el papá de la habitación de al lado: acompañar con cariño", algo que, según detalla Gimeno, tiene efectos muy positivos para el niño, no solo emocionales sino también físicos.
La responsable de la ONG explica que un estudio realizado por el Hospital La Fe en 2018 -el primero en el que comenzó a trabajar Mamás en Acción- validó científicamente que "un niño cuando está solo en un hospital tiene ansiedad, miedo, sube el cortisol, baja el sistema inmune y es más difícil trabajar con él".
"Con la misma patología, en un niño que recibe cariño y es acompañado la ansiedad baja, sube el sistema inmune y se recupera antes", celebra Gimeno, que añade que los niños maltratados a los que acompañan no han desarrollado el patrón agresivo adherido al maltrato recibido, con lo cual "probablemente el día de mañana no serán maltratadores, y ese es el mayor regalo que nunca podremos obtener", afirma.
Explica que los niños "agradecen que estés ahí, aunque a veces no lo entienden" y advierte que "muchas veces se tiende a pensar que actuarán igual que los que están en una casa, pero por desgracia ellos no han tenido una relación de familia igual y no reaccionan de la misma manera".
"No está en nuestra mano que se curen o que encuentren una familia, aunque también trabajamos para ello, y sí lo está que el tiempo que hemos podido donar él no ha estado solo o que hemos transformado su patrón de conducta, por ejemplo cuando era un niño agresivo y tras varios turnos ha desarrollado amor", traslada.
Formación y test psicológico
Anima a colaborar con Mamás en Acción "donando tiempo que se regala a ese niño y que va a cambiar su vida", para lo cual hay que inscribirse en su página web, aportar los documentos que se exigen por ley, pasar un test psicológico y participar en una breve formación.
"No les vamos a decir cómo acompañar ni cómo dar cariño, pero sí qué no tienen que hacer nunca para que vaya todo bien", abunda Gimeno, que añade que la organización firma convenios de colaboración con cada comunidad a la que se trasladan y establecen entonces canales de comunicación con los hospitales con los que trabajan.
Desde los centros se ponen en contacto con la ONG cuando necesitan de su ayuda, momento en el que se preparan los turnos, se hace saber a los voluntarios que hay un niño enfermo, su edad y su patología, y estos ofrecen su tiempo en un calendario, cada uno "lo que puede y quiere".
"Con lo que cada persona dona de su tiempo se van llenando los calendarios y acompañamos a los niños 24 horas los 365 días del año", expone Gimeno, quien añade que en Mamás en Acción han descubierto más recientemente que tienen además "un potencial muy grande de fomentar el acogimiento familiar".
Así, a raíz de que algunos voluntarios hayan acogido a menores a los que habían estado acompañando "a lo mejor durante meses" y cuyo destino en el momento de recibir el alta era un hogar infantil, la ONG ha decidido "lanzar un nuevo proyecto: 'Ni un niño sin familia', porque si todos los niños tuvieran una familia en la que crecer nosotros no haríamos falta, y eso sí que sería un triunfo", concluye.