El Girona, con dos goles de Despotovic y Chechu, tumbó al Numancia y confirmó sus buenas sensaciones en el mes de enero en un partido interesante.
El Girona, con dos goles de Despotovic y Chechu, tumbó al Numancia y confirmó sus buenas sensaciones en el mes de enero en un partido interesante, de ida y vuelta, que tuvo emoción hasta el último minuto cuando resolvió el Girona la contienda.
Girona y Numancia depararon en la primera mitad un duelo vistoso. Las mejores oportunidades fueron de los locales, que presentaron un once más ofensivo de lo habitual, con una línea de tres medias puntas por detrás de los delanteros Peragón y Despotovic.
El gol local, sin embargo, llegó en el rechace de un córner, cuando un pase de Chechu por encima de la defensa visitante fue recogido por Despotovic, que remachó a la red su sexto gol de la campaña.
Los de Unzué solo inquietaron a Santamaría mediante disparos lejanos, los más peligrosos, de Nagore (5') y Garmendia (17'), si bien el Numancia reclamó también un penalti en el minuto 40 por empujón de Migue a Dimas.
Mejoraron los sorianos al inicio de la segunda parte, ahogando la creación local mediante una fuerte presión y mostrando mucha más fluidez en la circulación. Los defensas visitantes, de hecho, pisaron su propia área una sola vez en el primer cuarto de hora.
Migue evitó un gol en propia puerta de su compañero Jose en un centro de Javi Flaño (53') y Serra interceptó un pase de la muerte de Cedric (58').
El Girona, de nuevo, replegó líneas poco a poco intentando resolver el partido al contraataque y esto le costó más de un susto, como un cabezazo casi a bocajarro de Cedric, principal ariete castellano, que se fue alto por muy poco (67').
Los de Agné pudieron sentenciar el partido en una acción en que Bernabé García anuló justamente un gol a Moha por llevarse el balón con el brazo (73'), pero el esférico continuó siendo mayoritariamente numantino.
Así, otra vez Cedric, solo ante Santamaría, remató demasiado flojo a las manos del meta local (76'). Sin embargo, el Numancia, ante un Girona hecho un manojo de nervios, pareció haberse dejado el poder goleador en Valladolid y Ponferrada. Así, en la única contra que pudo tejer con acierto el equipo catalán en la segunda mitad, con el partido ya agotándose, Chechu remató una asistencia de Borja Sánchez para dar a su equipo el segundo triunfo consecutivo.