UGT llama al trabajo conjunto para evitar la pobreza extrema de 30.000 familias

Los indicadores económicos de la provincia han hecho que UGT haga saltar la voz de alarma y haya pedido que se actúe de inmediato si no se quiere condenar a la exclusión y al hambre a 30.000 familias onubenses. Con 70.600 personas desempleadas en Huelva (una tasa de paro del 28,72% frente al 28,55% de Andalucía y el 19,80% de España), el descenso del gasto medio del turista en un 8%, la bajada en más de un 37% en la matriculación de turismos o la caída en más de un 33% de las sociedades mercantiles, el secretario general de UGT-Huelva, Jorge Puente, ha calificado 2010 como “el peor año de la historia”.
Ante ello, Puente ha hecho un llamamiento para que el conjunto de los agentes sociales, económicos, políticos e institucionales “nos pongamos de acuerdo para trabajar de una manera coordinada por el desarrollo socioeconómico de la provincia porque no es momento de crispación ni confrontación política”. A juicio del líder sindical, “Huelva necesita actuaciones inmediatas y compromisos públicos y privados para evitar una catástrofe socioeconómica”, por lo que ha llamado a la movilización y al inconformismo del conjunto de la sociedad para impulsar el desarrollo de la provincia. En este sentido, considera muy importante atraer inversiones públicas y privadas, así como crear un plan de choque coordinado. Entre las medidas, apuesta por la puesta en marcha del Plan Concertado de Viviendas para Huelva, que supone la creación de 2.800 puestos de trabajo en las 725 viviendas calificadas previstas, así como el Plan de Rehabilitación de Viviendas que debe agilizar su ritmo de ejecución, ya que “Huelva es la provincia donde más han caído el número de viviendas iniciadas, con un 57,3% frente al 32% de Andalucía”.
Según Puente, “el empecinamiento de los ayuntamientos de Huelva y Lepe de poner en riesgo cientos de millones de inversión y de puestos de trabajo con el proyecto del AVE y la Ciudad de la Justicia o la no realización de la conexión viaria de acceso al Chare de Lepe así como los retrasos injustificados y permanentes de la N-435 o la puesta en regadío de la Presa del Andévalo o la reapertura de la Mina de Riotinto, son ejemplos de indolencia irresponsable”.