El de los gatos de Cai, Paco Lojo , ha ganado a la intransigencia de que no le dejen alimentar a los gatos. Lo llevaron a los juzgados, le sacaron los colores , de pura rabia, pero la jueza ha dictado que no hace mal a nadie, ni ensucia tampoco, porque el hombre lo recoge todo, después de haberles dado de comer y ponerles agua, para que beban, a los sufridos mininos.
Y es lo que tienen ,esta casta especial, de gente , que ve en los animales, no bichos o repugnancia, como muchos otros, sino hermanos y convividores de planeta , de espacio vital y de vida. Somos unos jilipollas, permítanme que lo diga, los humanos, aseveró y no me rebajo un ápice, porque desechamos los botes y latas, las heces o la basura, con be mayúscula , con la misma tranquilidad, que lo hacemos con los animales, que ya no nos dan lo que nosotros creíamos, que nos merecíamos de ellos. Saben que soy parte -muy doblada- en este conflicto . entre los que sí y los que no, aman a los animales y será porque ellos- los de cuatro patas o pico y alas, o lo que sea, porque hasta cobayas, ya ven ustedes he tenido-nunca me han hecho ningún daño y todo lo más me empujan, solo me agacho para recoger algo, con sus patas, para pedirme –insistentemente- que los coja en brazos y los acaricie.
Un entendido , de estos, que se ven en la tele , dijo que los perros -y los animales ,en general- necesitan órdenes y normas y no seré yo quien le quite protagonismo a tal eminencia, pero –fundamentalmente- lo que necesitan es que se les quiera y sobre todo que se les respete. Paco Lojo y los que van con él- en el mismo tren del voluntariado- se levantan cada día porque les da la gana, nadie les paga, nadie les regala, más que , en el caso de él , maullidos festivos, cuando delata su presencia.
Cuando él y sus compañeras de luchando por ellos, descienden los bloques del campo del sur, estando apunto de rebanarse la piel a tiras, lo único que piensan es en hacer de este mundo -de miseria- un lugar mejor para todos, y ya sé que muchos me dirán que estos idealistas son un engorro , para todos, porque nos hacen ver la viga en el ojo propio, de ensuciar, no reciclar y tirar la basura, donde nos plazca. Las asociaciones, los voluntariados a favor de los animales , no están de moda, ni reciben cantidades ingentes de dinero de nadie, no son más que mirados de soslayo , por muchas municipalidades o incluso llevados ante los tribunales , por algunas, por no dejar a los bichos- como la escoria- que ellos quisieran.
Después, supongo que cuando el problema se hace grave y la superpoblación da lugar a que alguien se moleste en llevarse las manos a la cabeza, darán con una solución drástica , como la de volatilizar a las palomas, que nunca debieron dejarse a su libre albedrio , y entonces, los gatos , también saldrán al reino de los felinos , con pasaporte de ida , pero sin vuelta.