En ese sentido, Aernnova ha garantizado a los trabajadores que no habrá perdida de empleos durante este año, ni por lo tanto reducción de plantilla, que era uno de los temores que había manifestado el comité de empresa “ante la falta de carga de trabajo” que temían que se iba a producir este año.
Así, la presidenta del comité de empresa de Intec Air, Noemí Butrón, ha señalado a Información Bahía, que la dirección del grupo le ha confirmado que “si hay algo que acordar, si hubiese que implantar un ERE o un ERTE se haría consensuado con la plantilla, se barajarían todas las posibilidades antes que proceder a una reducción de la plantilla”.
Otro de los asuntos tratados en la reunión, y que traía de cabeza a los trabajadores era la carga de trabajo prevista para la factoría gaditana. En ese sentido, Butrón ha asegurado que el aumento de carga de trabajo dependerá de que se eliminen los atrasos que tiene la planta en algunas entregas para que se le dote de más carga. “Lo que nos ha dicho la empresa es que si con la carga de trabajo que tenemos en la actualidad se han generado retrasos en las entregas, si se añade más carga de trabajo, esos retrasos se van a incrementar. Si logramos asumir esos retrasos podría llegar más carga a Cádiz”, dijo.
subvención autorizada
Por otra parte, La Comisión Europea ha autorizado al Gobierno español la concesión de un préstamo sin intereses de 129 millones de euros a la compañía Aernnova para la fabricación de la próxima generación de alerones del futuro Airbus A350 XWB.
La subvención, en forma de intereses no percibidos, se estima en 37,4 millones de euros, según explica la nota de prensa enviada por Bruselas, que ha declarado legal la ayuda por considerar que los efectos positivos derivados del fomento de la I+D compensan cualquier distorsión de la competencia que pudiera ocasionar.
El proyecto subvencionado se destinará a fabricar el alerón de cola horizontal de la aeronave, que está situado en la trasera del avión y cuya finalidad es aumentar el control y la estabilidad.
La empresa planea utilizar un material compuesto en su fabricación para cumplir los requisitos de Airbus en relación con la eficiencia energética, la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y de los niveles de ruido.
España notificó la medida en enero de 2010 a la Comisión Europea, que ha valorado el proyecto conforme a la legislación que permite ayudas que palían las lagunas del mercado y que generan beneficios que compensan los posibles falseamientos de la competencia que las mismas puedan causar. En este sentido, Bruselas ha considerado que el proyecto de innovación no sería capaz atraer suficiente financiación del mercado a causa de los altos riesgos tecnológicos, de mercado y comerciales que implica.
En lo que respecta al lado positivo, “contribuirá a lograr un nivel más elevado de las actividades de I+D en Europa, limitándose a la cantidad necesaria que permita al proyecto avanzar”, según la Comisión.
Respecto del falseamiento de la competencia, el Ejecutivo comunitario lo consideró “limitado, dada la estructura particular del sector aeronáutico, el esperado crecimiento del mercado y la pequeñísima cuota de mercado del beneficiario”, según la nota de prensa.