El ayuntamiento destina unos 50.000 euros anuales para su funcionamiento.
Un total de 574 personas pasaron por el albergue de transeúntes de Baza durante el pasado 2010. En el edificio del antiguo Hospital de Santiago en pleno centro de la ciudad las personas que acuden a esta servicio municipal, encuentran una cama y comida caliente, ropa en caso de que la necesiten o una reconfortante ducha.
La mayoría de las personas atendidas han sido hombres españoles con edades comprendidas entre los 65 y los 18 años, que provienen de todo el territorio nacional. Del total de asistidos sólo 95 eran de nacionalidad extranjera y de hasta 18 países diferentes, de entre los que han sido más numerosos los búlgaros, seguidos de los marroquíes, rumanos y argelinos. Estas cifras contrastan con las de mujeres, ya que sólo 21 han sido acogidas durante 2010.
El albergue tiene una asignación anual aproximada de 50.000 euros para hacer frente a los gastos de mantenimiento y limpieza, contratación de personal de seguridad y limpieza, gastos de comida, material necesario, facturas de electricidad y agua.
La presidenta del área de Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Baza, María Dolores Martínez, ha manifestado que el albergue es una infraestructura social imprescindible, “en la que se realiza una gran labor que va más allá de ofrecer un techo y un plato de comida caliente a quienes lo necesitan, ofrecen calor humano a personas que sufren rechazo y, en ocasiones, desprecio”.
La edil ha explicado que el albergue “salva vidas en invierno, porque de no existir estas personas tendrían que pasar la noche en la calle, con temperaturas bajo cero y ello podría significar la muerte para los más debilitados”. En este sentido, ha detallado que los meses que han registrado mayor afluencia de transeúntes han coincidido con el invierno, enero, noviembre y marzo. El resto del año se ha mantenido una ocupación variable, entre las 9 y las 23 personas.
El albergue de transeúntes de Baza cuenta con un total de 13 plazas, de las cuales 9 son de hombre y 4 para mujeres. La congregación religiosa Hijas de la Caridad de San Vicente de Paula se encarga de la gestión del centro y de dar una atención cercana a los transeúntes que llegan cada noche para dormir bajo techo y recibir una comida caliente. Además, trabajan en las instalaciones dos vigilantes y una limpiadora.