La venta de las rosquillas de San Blas, a buen en ritmo en La Magdalena

 La gastronomía y la fe se unen en uno de los productos más vendidos estos días.

La parroquia de Santa María Magdalena de la capital se ha convertido, desde el pasado 26 de enero, en el punto de encuentro de jienenses que apuestan por mantener viva una de las tradiciones gastronómicas, a la vez que religiosas, más conocidas en Jaén: la compra de las Rosquillas de San Blas.

Voluntarios del grupo de catequesis, de la Cofradía de La Magdalena y de la Parroquia se turnan estos días, en horario de mañana (de 10 a 13 horas) y tarde (17 a 20 horas) para vender bolsas de diez rosquillas al precio de un euro.Y es que, aunque el producto esté popularizado en las panaderías jienenses, los ciudadanos no dudan en pasear hasta el barrio de La Magdalena para adquirirlas.

Hechas en Jaén, las rosquillas de la parroquia están bendecidas con una reliquia del Santo, patrón de las enfermedades y dolores de garganta.

El párroco de La Magdalena, José López Chica, explicaba a VIVA JAÉN que la tradición “sigue viva” y son muchos los ciudadanos que “las compran por la Fe que tienen al Santo”. Indistintamente, por la parroquia pasan estos días jienenses de todas las edades, demostrando que generación tras generación la tradición se mantiene.

Los voluntarios aseguran que por la mañana son más de 100 las personas que se acercan a comprar sus bolsas de rosquillas, incrementándose el número de compradores al inicio y finalización de la Novena en honor al Santo.

El próximo 3 de febrero se celebra la festividad en torno a San Blas. A las 12 horas se leerá el relato del martirio de San Blas, a las 18:30 horas se rezará el Santo Rosario y a las siete se celebrará una Solemne Misa. Al final de ésta, se podrá besar el Santo.