Los hepatólogos quieren mejorar la salud hepática de los españoles y para ello han trasladado al Ministerio de Sanidad un plan nacional con medidas que, en parte, dependen de los poderes públicos como abaratar la comida sana, peor fiscalidad para los alimentos con más grasas saturadas y subir el precio del alcohol.
En un encuentro informativo para presentar el 'Plan Nacional de Salud Hepática: Reto 2032', organizado por Europa Press y las farmacéuticas AstraZeneca y AbbVie, el presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), Manuel Romero, ha explicado que el plan consta de 56 medidas que insisten en la prevención porque las enfermedades hepáticas en su inmensa mayoría son prevenibles, y dependen de una modificación del estilo de vida. En declaraciones a EFE, el jefe del servicio d Gastroentereología y Hepatología del hospital universitario Puerta de Hierro, José Luis Calleja, y el jefe del servicio de Digestivo del hospital Marqués de Valdecilla, Javier Crespo, han informado de que el documento está ya en la Dirección General de Salud Pública y los hepatólogos a la espera de que les llamen para "comenzar a trabajar".
Estos expertos han comentado que el plan contiene dos tipos de medidas: unas para la población general que se refieren a la prevención de la obesidad, disminución del consumo de alcohol y conocer los mecanismos de transmisión de las hepatitis virales, "y otras para cuando ya están enfermos". Y es que, según Crespo, regular el consumo de alcohol depende de los poderes públicos y hoy, en España, ha dicho, "es más barato tomar un litro de Coca Cola en un McDonald's que beber un botellín de agua".
Por su parte, Calleja ha puesto el acento en poner en marcha acciones que abaraten la comida sana ya que las clases sociales más desfavorecidas son las que recurren en mayor medida a la denominada 'comida basura'. Y sobre el alcohol, han coincidido en que la solución para rebajar los consumos es "subir el precio, igual que en el tabaco", algo que han admitido es muy complicado en un país como España, productor de vino. Calleja ha insistido en que "no hay ningún consumo de alcohol seguro, ni ningún estudio que demuestre que su ingesta tiene algún tipo de beneficio". Ha subrayado que en el paciente con enfermedad hepática la ingesta tiene que ser cero y también cuando es obeso, tiene hipertensión arterial, síndrome metabólico o diabetes. Y en el caso de una persona joven sana de 20 años, el consumo de bajo riesgo sería dos unidades de alcohol a la semana, como mucho.
Además, este experto ha abogado por invertir en estudios moleculares y genéticos que permitan discriminar los efectos del alcohol en el paciente. Crespo ha planteado que deberían ser las propias compañías que venden alcohol en España las que destinen una parte de sus beneficios a la investigación sobre la enfermedad hepática por ingesta de alcohol. Respecto al reto del plan que contempla un plazo de ocho años (hasta 2032), ambos expertos han coincidido en que todo dependerá de la "determinación política" y han recordado que el Plan estratégico para el abordaje de la Hepatitis C se hizo en un mes, "y en cuatro años hubo excelentes resultados". El plan de los hepatólogos, elaborado a petición del Congreso tras una jornada parlamentaria, también pasa por implementar formación en la escuela para que los alumnos sepan que comer sano y no beber es beneficioso para su salud, y concienciar sobre el cribado para diagnosticar la enfermedad en un estadio precoz.
Reconocen que algunas medidas son de implementación fácil como incrementar la fiscalidad del alcohol: "solo hace falta determinación política", han dicho.
En el encuentro, la secretaria de la AEEH, Rocío Aller, ha informado de que en España la enfermedad hepática crónica es ya un problema de salud pública. Si bien es una enfermedad "de muchas caras", con una forma más benigna, inflamación en el hígado y hepatitis, que afecta a más de dos millones de españoles y 400.000 posibles enfermos de cirrois, que ni siquiera lo saben. Se trata de enfermedades silentes donde el diagnóstico precoz es fundamental ya que es reversible en los primeros estadios, y la dieta saludable y el ejercicio físico son prevención primaria y tratamiento. En la jornada, los expertos han lanzado a la clase política el mensaje de que "invertir en el hígado es ahorrar" y les han recordado que los hepatólogos ya saben que las cifras de morbilidad y mortalidad crecerán de forma extraordinaria en los cuatro años, de no tomarse medidas.EFE