La Junta vacuna sin cita del Virus del papiloma humano a chicos de 13 a 18 años

Los centros de salud de Andalucía vacunarán este miércoles sin cita a los adolescentes de 13 a 18 años que no cuenten con dosis previas contra el virus del papiloma humano (VPH), para evitar enfermedades graves como cáncer genital (en la zona anogenital) y de cabeza cuello (oral y faríngeo).

Hasta el pasado mayo esta vacuna estaba incluida en el calendario oficial para todas las chicas adolescentes de 12 a 18 años –con una cobertura de más del 90 %– y, desde 2023, también para los chicos que cumpliesen 12 años, lo que se ha ampliado después también hasta los 18.

Todas las provincias andaluzas contarán en esta jornada con diversos puntos de vacunación tanto de mañana como de tarde, ha informado la Consejería de Salud en una nota de prensa.

En total, se habilitarán 463 puntos -310 con horario de tarde-: 39 estarán en Almería; 56 en Cádiz; 41 en Córdoba; 36 en Granada; 28 en Huelva; 40 en Jaén 40; 70 en Málaga Málaga y 153 en Sevilla.

El VPH afecta a los dos sexos, por lo que Salud ha destacado que es "muy importante la vacunación en la adolescencia lo antes posible".

Con una sola dosis, ha detallado la Consejería, se puede disminuir la trasmisión del virus y con ello prevenir el riesgo de cáncer.

"Previene de la infección de trasmisión sexual más frecuente entre hombres y mujeres y de que esta infección pueda hacerse persistente, dando lugar a cáncer, tanto a nivel genital como a nivel de cabeza-cuello", asegura el departamento que dirige Catalina García.

Este tipo de cáncer tarda más de diez años en desarrollarse, por lo que se dispone de un plazo prolongado para detectarlo, tratarlo y curarlo. Esta infección no produce molestias o síntomas, por tanto, la manera de saber su existencia es a través del cribado.

Aunque la vacunación es la mejor prevención, los expertos recomiendan emplear otras medidas, como el preservativo, lo que reduce las posibilidades de transmisión, y que las mujeres participen en los programas de cribado a través de citologías, ya que estas pueden detectar precozmente las células cervicales anómalas y pueden ser tratadas antes de que el cáncer aparezca.

El cribado reduce la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello de útero de un 70 a un 80 por ciento y debe realizarse a mujeres de entre 25 y 65 años.