El presidente del Beach Club dice que se producen en las zonas de las piscinas, jardines y apartamentos y "curiosamente después salen en la prensa".
El presidente de la subcomunidad Beach Club, que engloba la piscina y los jardines de la zona hotelera de Bahía Sur, hotel y apartamentos incluidos, ha asegurado a este periódico que “desde hace muy poco tiempo acá, se vienen produciendo sospechosos actos vandálicos en las piscinas y en los sistemas contra incendios de los apartamentos” que “curiosamente después salen en prensa”.
No obstante, Juan Pedro Rodway Cantero consiente en que los supuestos actos vandálicos no ocasionan todas las deficiencias de una “inspección quinquenal”, ya que “muchas son producidas por las inclemencias del tiempo y el desgaste”.
Rodway asegura que las farolas y todo el sistema eléctrico de las piscinas están desconectados desde finales de septiembre por el deterioro que se venía produciendo y que todas las farolas tienen toma de tierra, aunque se aconsejen picas en cada una, lo que “no es obligatorio. Si lo fuera, no habría pasado la inspección hace cinco años”.
Según Rodway, lo que se ha hecho desde el hotel y desde el Beach Club, es “solicitar” una inspección por una empresa autorizada al efecto de detectar por técnicos competentes, las deficiencias para dotar al complejo de la seguridad necesaria antes de comenzar la temporada de verano 2011.
Estas deficiencias han sido informadas en junta general de la subcomunidad Beach Club el día 9 del presente para advertir a los comuneros de la necesidad de arreglarlas antes del verano. Para tales arreglos de temporada, se aprobaron unos presupuestos en los que se incluye una partida de 12.000 euros totales.
Falta de pago De la misma forma -siempre según Rodway Cantero- se expuso también la “negativa a pagar todos los gastos derivados de la temporada pasada y los de luz y agua por parte del presidente de la subcomunidad de bungalows”, una situación que se mantiene desde que “se le expulsó” de la presidencia del Beach Club.
“Lo que ocurre con algunas farolas, es que tras sus continuos arreglos, resulta imposible o muy costoso volver a arreglar las deficiencias que presentan, por oxidación, por desprendimiento de la cabeza, etc, por lo que se ha optado por retirarlas hasta que la sucomunidad de bungalows se digne a abonar al menos parte de los casi 200.000 euros que adeuda al Beach Club, con lo que se podrían arreglar todas las deficiencias que se pueden seguir sacando de las piscinas”.
Rodway aclara que el hotel tiene una participación del 14 por ciento en las piscinas y jardines del complejo. El resto son las sub comunidades de bungalows (46.5 por ciento), estudios (10 por ciento), apartamentos (29 por ciento) y la empresa Jasmund con 0,5 por ciento, las que están obligados a subsanar todas estas deficiencias.
“Pero si el presidente de los bungalows se niega a pagar, no es posible subsanar todas las deficiencias, sino desviar todo el dinero al pago de los consumos de luz”, dice Rodway Cantero.
El presidente del Beach Club afirma que las deficiencias en cuanto a las derivaciones inferiores a la normativa, “lo son por cambios efectuados por algún predecesor mío sin consentimiento de la junta del Beach Club”. “Lo que no es de recibo, es la mala fe en la crítica sin aportar para nada soluciones y lo que es más importante, el dinero correspondiente a la cuota de participación de cada uno”.
Anteriores gestores Hay que señalar al respecto que las acusaciones están referidas a los anteriores gestores de distintas subcomunidades del complejo y no a este periódico, ya que la denuncia que aparecía en estas páginas está contemplada en un documento técnico que, por cierto, tiene marcada la casilla de “obligatorio”, lo que no cuadra con que se haya decidido “solicitar” voluntariamente el informe del ingeniero industrial.
De la misma forma y al menos en lo que respecta a este periódico, nunca se han publicado las consecuencias de actos vandálicos que se hayan producido en el complejo, limitándose la información de este medio a los expedientes oficiales u organismos autorizados que se vienen emitiendo desde 2008 sin que se haya puesto remedio. Antes bien, el deterioro físico y de la gestión del complejo se antoja cada vez más acusado.
Finalmente, llama la atención que los sistema eléctricos estén desconectados desde el mes de septiembre pasado, así como las farolas de la piscina, ya que en situaciones de acusado vandalismo como asegura el presidente del Beach Club, lo que primaría sería una mayor iluminación y mayor vigilancia para acabar con una situación que viene a dar una nueva vuelta de tuerca a la irregular situación que vive el complejo desde que en 2003 pasó a ser gestionado por Luis Elías Rodríguez-Viña y Oleger Pujol.