El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, prometió este domingo que los responsables de la "violencia gratuita" en esos ataques enfrentarán a la "justicia"
El vicepresidente de Nigeria, Kashim Shettima, elevó de 18 a 32 el número de personas muertas en los atentados suicidas cometidos el pasado sábado en el estado nororiental de Borno, informaron este martes medios locales.
Shettima visitó este lunes el Hospital Especializado de Borno, en la capital estatal, Maiduguri, para consolar a las víctimas de varias explosiones suicidas ocurridas en un funeral y en una boda en el área de gobierno local de Gwoza.
"Fue una escena muy patética. Nuestros corazones están con las víctimas. Hasta ahora, hemos registrado 32 muertes; 42 de los heridos fueron traídos desde Gwoza y alrededor de 14 han sido dados de alta, mientras que alrededor de 26 están recibiendo actualmente atención" explicó el vicepresidente a los periodistas.
El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, prometió este domingo que los responsables de la "violencia gratuita" en esos ataques enfrentarán a la "justicia".
Tinubu condenó los atentados y aseguró que son "episodios aislados", pues su Gobierno "no permitirá que la nación se deslice hacia una era de miedo, lágrimas, dolor y sangre".
El presidente aseguró que se "redoblarán los esfuerzos para garantizar que aquellos que perturban a la nación, acabando con vidas y alterando la ley y el orden, sean completamente eliminados".
Aunque ningún grupo se ha atribuido los atentados, el grupo yihadista Boko Haram opera en la zona de Gwoza.
El noreste de Nigeria es blanco de ataques de Boko Haram desde 2009, una violencia que se agudizó a partir de 2016 con la aparición de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP).
Ambos grupos buscan imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
Boko Haram y el ISWAP han matado a más de 35.000 personas y han causado unos 2,7 millones de desplazados internos, sobre todo en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger, según datos gubernamentales y de las Naciones Unidas.