En una estampida provocada por una multitud de 250.000 personas que acudieron a una ceremonia religiosa en el estado norteño de Uttar Pradesh
Las autoridades de la India elevaron este miércoles a 121 el número de muertos en una estampida provocada por una multitud de 250.000 personas que acudieron a una ceremonia religiosa en el estado norteño de Uttar Pradesh, donde se esperaban 80.000 asistentes.
"Hasta ahora, 121 personas han muerto en el incidente, y los heridos están siendo tratados", dijo el viceministro de Educación de la región norteña, Sandeep Singh, a la agencia de noticias india ANI.
El oficial prometió "medidas estrictas contra los responsables del incidente", y afirmó que el jefe de Gobierno de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, visitará el distrito de Hathras, donde tuvo lugar el suceso.
La multitud triplicó el número esperado de asistentes en un descampado del distrito de Hathras, situado en el estado norteño de Uttar Pradesh, afirmó el diario Indian Express con base en la denuncia presentada contra la organización.
Según el diario indio, la denuncia nombra a varios de los organizadores, pero no menciona directamente al gurú local Bhole Baba, a quien las decenas de miles de personas se desplazaron para ver en persona.
La ceremonia religiosa, una especie de acto de oración organizado por Bhole Baba, tuvo lugar en un amplio descampado, en cuya zona central se erigía una estructura de andamios y telas para albergar a gran parte de la inmensa cifra de asistentes.
Las causas exactas de la estampida están todavía bajo investigación, aunque el magistrado del distrito de Hathras, Ashish Kumar, dijo a los medios que el incidente se produjo por la gran cantidad de gente que trató de abandonar el lugar al mismo tiempo.
Además, testigos citados por medios indios dijeron que varias personas cayeron a una zanja que había a las afueras del recinto, lo que provocó una caída en cadena y que muchas de ellas murieron asfixiadas.
Las avalanchas y estampidas son fenómenos frecuentes en las celebraciones religiosas indias y se deben en gran parte a las deficiencias en la gestión de las concentraciones multitudinarias o a la precariedad de las infraestructuras que rodean los lugares de culto.
Sin embargo, para encontrar una estampida más mortífera que la de este martes, hay que remontarse a septiembre de 2008, cuando al menos 150 personas murieron y otro centenar y medio resultaron heridas en una avalancha humana en los accesos a un templo de la ciudad de Jodhpur, en el estado occidental indio de Rajastán.