Francisco Herrero, un hombre afable, sencillo y espontáneo que, además, es presidente de la
Cámara de Comercio de Sevilla, reunió ayer a los alcaldes de las dos principales ciudades andaluzas que, en ocasiones, compiten y rivalizan en la atracción de inversiones y mejoras en las comunicaciones de sus respectivas ciudades y áreas metropolitanas.
El Hotel Alfonso XIII vio cómo el sevillano José Luis Sanz presentaba, exponía y cedía la palabra a su homólogo malagueño Francisco de la Torre. Como dijo el periodista Alberto García Reyes (moderador), era el primer partido porque, de acuerdo con la institución cameral, habrá un evento similar y con idénticos protagonistas en la Costa del Sol.
Ambos exhibieron las
coincidencias propias de dos
regidores con problemas comunes, que además son compañeros de partido, hecho que ayuda y de qué manera a que la relación entre los dos y, por extensión, sus respectivos territorios sea fluida y provechosa.
De entre todas las materias tratadas, el uno y el otro pusieron la lupa en la
financiación municipal ahora que no para de hablarse de la autonómica. Las entidades locales fueron las olvidadas de la
Transición y, como aseguró De la Torre que entonces era diputado de UCD, del proceso de descentralización. De esto ya se ha hablado en innumerables ocasiones: las entidades municipales asumen competencias ajenas, pero carecen de los fondos necesarios para resolverlas. Así que, se dedican a parchear.
Sevilla y
Málaga reclaman esa mejora en la financiación local general, pero incluso aspiran a conseguir una específica, algo que a día de hoy, parece una quimera. Las palabras de los alcaldes insistían en que lo bueno para uno es bueno para el otro. Este mensaje está a mil jodidas millas de los
localismos que tanto daño han hecho a Andalucía en las últimas décadas. La prioridad es que la inversión venga a la comunidad. Da igual si a Sevilla o Málaga. Lo que sí es importante es que ambas capitales tengan una buena comunicación por
tren, que se ha eternizado aunque ya está, por fin, de nuevo en obras.
Junts per Málaga es una expresión oída en los mentideros políticos que describiría el empoderamiento de esa ciudad gracias a que uno de sus vecinos es presidente andaluz. Después de escuchar a Sanz y De la Torre es preferible defender el terruño local pero priorizando el
bien común andaluz.