Suman al casi medio millar de muertos y más de 1.600 heridos causados por intensas campañas de ataques en las últimas 24 horas
El Valle de la Bekaa, en el este del Líbano, fue objeto de numerosos bombardeos israelíes la madrugada de este martes y registró nuevas bajas, que se suman al casi medio millar de muertos y más de 1.600 heridos causados por intensas campañas de ataques en las últimas 24 horas.
Los cazas israelíes tuvieron como objetivo al menos una treintena de áreas en el distrito de Baalbek y afectaron a todos los extremos de la capital regional homónima, donde se ubican unas importantes ruinas grecorromanas patrimonio de la Unesco, informó la Agencia Nacional de Noticias (ANN).
"Los bombardeos agresivos continuaron durante la noche y hasta las primeras horas de la mañana en las aldeas y ciudades de Baalbek. Tuvieron como blanco edificios y barrios residenciales bajo su fuego y destrucción", explicó el medio estatal.
La campaña nocturna de ataques dejó muertos y heridos que fueron trasladados a diferentes hospitales del Valle de la Bekaa, y la ANN asegura que "familias enteras perdieron la vida bajo los escombros", aunque todavía se desconoce el balance exacto de víctimas.
Israel ya bombardeó intensamente a lo largo del lunes amplias zonas del sur y el este del Líbano, donde fallecieron 492 personas y unas 1.640 resultaron heridas, según el último recuento ofrecido anoche por el Ministerio de Salud Pública del país.
Miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares en las regiones afectadas, mientras que las autoridades abrieron nuevos colegios habilitados como albergues para desplazados para hacer frente a la oleada de huidas en masa.
El Gabinete de Ministros libanés se reúne este martes a las 11.00 hora local (8.00 GMT) para abordar la situación en el país.
Los enfrentamientos entre Israel y el grupo chií Hizbulá entraron en una nueva etapa de intensidad la semana pasada, cuando explotaran simultáneamente miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes de la formación libanesa y varios de sus altos mandos fueron asesinados cerca de Beirut.