Mueren otros dos quebrantahuesos envenenados en la Sierra de Castril
La Junta dice que reforzará las actuaciones en la lucha contra el veneno
Agentes de la autoridad ambiental, en colaboración estrecha con los técnicos especialistas de la Junta de Andalucía, han iniciado tareas de investigación tras confirmarse la muerte de dos quebrantahuesos hace dos semanas. Los agentes mantienen las pesquisas después de que los resultados de los estudios realizados en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Junta de Andalucía confirmaran el envenenamiento como causa de la muerte de las aves. Tras recoger y analizar indicios y pruebas encontrados, Medio Ambiente ha decidido continuar la investigación judicial.
Miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de Granada y Jaén, agentes de Medio Ambiente, representantes de la Fundación Gypaetus y de la Estrategia de lucha contra el uso ilegal de cebos envenados y responsables de las delegaciones de ambas provincias y de los Servicios Centrales de la Consejería de Medio Ambiente han mantenido un encuentro en el que han determinado el refuerzo de las actuaciones de lucha contra el veneno que ya se están llevando a cabo en la zona.
Entre las medidas adoptadas se encuentran un incremento de la vigilancia y las inspecciones de los equipos caninos, así como el refuerzo de la investigación policial. Por otra parte, seguirán desarrollándose campañas de comunicación y sensibilización dirigidas tanto a los colectivos más directamente relacionados con la fauna silvestre, básicamente ganaderos y cazadores, como con los más jóvenes, los niños y niñas de los municipios de Sierra de Castril y Sierra de Cazorla, herederos y futuros gestores del legado natural al que tanto perjudica el uso de venenos.
Actualmente el uso de cebos envenenados está expresamente prohibido tanto por normativa comunitaria como estatal y autonómica y, además, está tipificado como delito en el Código Penal. La Junta de Andalucía puso en marcha en 2004 la Estrategia para la Erradicación del uso ilegal de cebos envenenados en Andalucía, estrechamente coordinada con los programas de conservación, recuperación y reintroducción de varias especies amenazadas, especialmente las que potencialmente podrían verse más afectadas por esta práctica ilegal: las aves necrófagas. Las rapaces carroñeras son especialmente sensibles debido a que conforman el último eslabón de la cadena trófica.
Así, desde el año 2009 hasta hoy han muerto al menos 13 aves protegidas entre buitres negros, alimoches, milanos reales y quebrantahuesos, envenenados por organofosforados y carbamatos fundamentalmente, es decir, pesticidas y plaguicidas altamente tóxicos, incluso para el ser humano. La falta de selectividad del veneno es tal que los ejemplares de mamífero carnívoro como zorro, garduña, jineta o meloncillo constituyen escasamente el quince por ciento de los animales muertos por envenenamiento, lo que evidencia su ineficacia para el control de depredadores, siendo el 40% de los animales muertos nuestras mascotas: los gatos y perros domésticos.
Los dos ejemplares muertos de quebrantahuesos, un macho y una hembra, habían sido liberados en territorio jiennense, en el marco del Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El macho, llamado Pontones, nació en el Centro de Valcallent (Lleida) en el año 2007 y fue liberado ese año en la Sierra de Segura. Sus viajes exploratorios le habían llevado hasta la Cordillera Cantábrica y era uno de los ejemplares de mayor edad de los liberados en Andalucía. Cata era la hembra, nacida en 2009 en el Richard Faust Zentrum de Viena (Austria) y desde ese año volaba libre en el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, emprendiendo en 2010 su primer viaje de larga distancia.
Fundación Gypaetus
La Fundación Gypaetus (FG), cuyo gerente es el investigador Jesús Charco, trabaja en el Programa de Reintoducción del Quebrantahuesos en Andalucía. La Fundación Gypaetus es una entidad privada y sin ánimo de lucro que desde el año 2000 trabaja por la reintroducción del quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en Andalucía desde una perspectiva dinámica e integradora que defiende el papel activo de la población y la cultura rural en la conformación y el mantenimiento de la biodiversidad y el paisaje.
El órgano de gobierno de la FG es un patronato formado, entre otros, por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, RTVA, CSIC, Unicaja, SEO/Birdlife, Ecologistas en Acción y el Ayuntamiento de Cazorla y su presidente es Fernando Hiraldo Cano, director de la Estación Biológica de Doñana (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y Medalla de Andalucía 2009 por su trayectoria investigadora y contribución al conocimiento de la biodiversidad española.
Actualmente, la FG dispone de dos sedes, una en Jaén, en la que se ubican los Dptos. de Dirección, Administración y Coordinación Técnica de Proyectos y otra en Cazorla, que alberga el Centro Temático de Especies Amenazadas de la FG.
Miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de Granada y Jaén, agentes de Medio Ambiente, representantes de la Fundación Gypaetus y de la Estrategia de lucha contra el uso ilegal de cebos envenados y responsables de las delegaciones de ambas provincias y de los Servicios Centrales de la Consejería de Medio Ambiente han mantenido un encuentro en el que han determinado el refuerzo de las actuaciones de lucha contra el veneno que ya se están llevando a cabo en la zona.
Entre las medidas adoptadas se encuentran un incremento de la vigilancia y las inspecciones de los equipos caninos, así como el refuerzo de la investigación policial. Por otra parte, seguirán desarrollándose campañas de comunicación y sensibilización dirigidas tanto a los colectivos más directamente relacionados con la fauna silvestre, básicamente ganaderos y cazadores, como con los más jóvenes, los niños y niñas de los municipios de Sierra de Castril y Sierra de Cazorla, herederos y futuros gestores del legado natural al que tanto perjudica el uso de venenos.
Actualmente el uso de cebos envenenados está expresamente prohibido tanto por normativa comunitaria como estatal y autonómica y, además, está tipificado como delito en el Código Penal. La Junta de Andalucía puso en marcha en 2004 la Estrategia para la Erradicación del uso ilegal de cebos envenenados en Andalucía, estrechamente coordinada con los programas de conservación, recuperación y reintroducción de varias especies amenazadas, especialmente las que potencialmente podrían verse más afectadas por esta práctica ilegal: las aves necrófagas. Las rapaces carroñeras son especialmente sensibles debido a que conforman el último eslabón de la cadena trófica.
Así, desde el año 2009 hasta hoy han muerto al menos 13 aves protegidas entre buitres negros, alimoches, milanos reales y quebrantahuesos, envenenados por organofosforados y carbamatos fundamentalmente, es decir, pesticidas y plaguicidas altamente tóxicos, incluso para el ser humano. La falta de selectividad del veneno es tal que los ejemplares de mamífero carnívoro como zorro, garduña, jineta o meloncillo constituyen escasamente el quince por ciento de los animales muertos por envenenamiento, lo que evidencia su ineficacia para el control de depredadores, siendo el 40% de los animales muertos nuestras mascotas: los gatos y perros domésticos.
Los dos ejemplares muertos de quebrantahuesos, un macho y una hembra, habían sido liberados en territorio jiennense, en el marco del Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El macho, llamado Pontones, nació en el Centro de Valcallent (Lleida) en el año 2007 y fue liberado ese año en la Sierra de Segura. Sus viajes exploratorios le habían llevado hasta la Cordillera Cantábrica y era uno de los ejemplares de mayor edad de los liberados en Andalucía. Cata era la hembra, nacida en 2009 en el Richard Faust Zentrum de Viena (Austria) y desde ese año volaba libre en el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, emprendiendo en 2010 su primer viaje de larga distancia.
Fundación Gypaetus
La Fundación Gypaetus (FG), cuyo gerente es el investigador Jesús Charco, trabaja en el Programa de Reintoducción del Quebrantahuesos en Andalucía. La Fundación Gypaetus es una entidad privada y sin ánimo de lucro que desde el año 2000 trabaja por la reintroducción del quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en Andalucía desde una perspectiva dinámica e integradora que defiende el papel activo de la población y la cultura rural en la conformación y el mantenimiento de la biodiversidad y el paisaje.
El órgano de gobierno de la FG es un patronato formado, entre otros, por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, RTVA, CSIC, Unicaja, SEO/Birdlife, Ecologistas en Acción y el Ayuntamiento de Cazorla y su presidente es Fernando Hiraldo Cano, director de la Estación Biológica de Doñana (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y Medalla de Andalucía 2009 por su trayectoria investigadora y contribución al conocimiento de la biodiversidad española.
Actualmente, la FG dispone de dos sedes, una en Jaén, en la que se ubican los Dptos. de Dirección, Administración y Coordinación Técnica de Proyectos y otra en Cazorla, que alberga el Centro Temático de Especies Amenazadas de la FG.
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