La Delegación Provincial de Educación ha emitido un informe, fechado el pasado 23 de mayo, en el que señala que considera “correcta” la actuación de los profesionales del aula específica del CEIP Camposoto con el menor autista, por la que su padre José Félix del Río presentó una denuncia ante la propia Delegación y los tribunales ordinarios por un presunto caso de maltrato.

El escrito de la administración provincial entiende que “se siguieron las pautas para evitar una lesión inminente, ya que había comenzado a autolesionarse. Las personas que en ese momento estaban con él consideraron que su comportamiento implicaba un serio peligro para el mismo”.

Concentración
Una noticia que se ha conocido precisamente el mismo día en el que varias decenas de padres del centro educativo se concentraron a las puertas del colegio para posicionarse en favor del profesorado implicado en este asunto, y “reprobar” al padre del menor autista por la postura que ha adoptado.

En este sentido, una vez que todos los niños entraron en las aulas, colgaron del cerramiento del colegio hasta tres pancartas para mostrar su solidaridad con los profesionales del aula específica.

Pero volviendo al contenido del informe emitido por la Delegación Provincial de Educación, hay que indicar que en el mismo se narra literalmente lo que, al parecer, ocurrió el pasado 31 de marzo con el menor. En este sentido, refleja que ese día “a las 13.00 horas se encontraba a cargo del aula como sustituto de la tutora, que tuvo que ausentarse del centro, la maestra de Educación Especial que atiende el aula de integración del centro, junto con la monitora del aula y una voluntaria de la Asociación de Autismo de Cádiz que colabora con la misma”.

El escrito prosigue señalando que “en ese momento se produce una conducta desadaptada del alumno (...), provocada por la negación de que se sacara un juego de construcción propuesto por la profesora. El alumno comienza a gritar y autolesionarse, conducta que no es posible controlar por sí mismo y las personas nombradas anteriormente se ven obligadas a contenerlo físicamente para evitar autolesiones graves por parte del alumno, ya que en ese momento tiende a golpearse la cabeza contra el suelo o paredes”.

La situación deriva en que “pasados unos minutos, el profesor de Educación Física, al oir los gritos, entra en el aula y ayuda a calmarlo dándole un paseo por el centro hasta la Secretaría, donde se encontraban el administrativo y el portero. Posteriormente, el alumno se calma y regresa al aula donde la monitora, en presencia tanto del profesor de Educación Física, como de la maestra de Educación Especial, procede al cambio de pañal y aseo sin detectarse señal física de lesión, después del incidente anteriormente descrito. Por último, se realiza la rutina de despedida para ir a casa”.

Por último, Educación indica que dicho profesionales realizaron su intervención en base al documento elaborado por la Asociación de Profesionales de Autismo, que marca “como acción reactiva, los momentos en que puedan desencadenar una conducta desajustada. Las pautas son contener brazos y piernas del sujeto y hablarle con calma”.

Al parecer, el padre del menor retirará la denuncia contra la tutora al no encontrarse en el centro en el momento del suceso, pero seguirá manteniendo las otras que ha interpuesto.

"En 30 años nunca ha pasado nada"
La vocal de Educación de la Asociación de Autismo de Cádiz, Mayka López, estuvo en el centro educativo de Camposoto para apoyar la concentración llevada a cabo por los padres en pro del profesorado que se ha visto implicado en este asunto.

López indicaba que “llevamos 30 años trabajando y nunca había pasado nada similar”, añadiendo que “Educación ya ha resuelto y deja claro que no procede la denuncia que este señor había presentado ante la Delegación”.

La vocal de Autismo Cádiz indicaba que “que quede claro que estamos aquí apoyando a los seis chicos del aula, incluso al de José Félix que está en su derecho de hacer lo que considere mejor para su hijo, pero que consideramos que con su actuación no está siendo consciente de los daños colaterales que está causando al resto de los niños y sus familias”.

Por último, López indica que “este aula costó mucho trabajo sacarla adelante y todo el mundo piensa que está funcionando perfectamente. No creemos que sea justo que se destroce el trabajo llevado a cabo durante los dos últimos años”.