El Club Ciclista Tomares, fundado hace alrededor trece años, se ha convertido en un punto de encuentro para los aficionados al ciclismo en el Aljarafe. Ana Sánchez Monje, presidenta del club, destaca la importancia de esta comunidad que no solo comparte la pasión por las dos ruedas, sino también una estrecha relación personal entre sus miembros. “Llevo diez años en el club; cuando se fundó, yo no estaba. Desde entonces, hemos crecido mucho y somos ya 56 socios”, comenta.
Entre la ropa, la competición y el boca a boca, cada vez somos más grandes. Solo tienen que ponerse en contacto con nosotros para pedir informaciónLa actividad del club se organiza de manera sencilla y eficaz. “Tenemos un grupo de WhatsApp donde hacemos nuestras convocatorias. Siempre quedamos en la rotonda del Garrotal y solemos salir varios días durante la semana, aunque las rutas principales se concentran los fines de semana”, explica Ana. Las rutas no se limitan al entorno cercano. “Hacemos recorridos por todo el Aljarafe e incluso fuera de Sevilla”, añade.
Entre las experiencias más memorables, Ana menciona una ruta hacia El Rocío a través de la Raya Real, una travesía que contó con la participación de 46 personas, tanto socios como no socios. “Fue una maravilla. Tuvimos dudas por las lluvias, pero todo salió perfecto, salvo un par de incidentes menores: un compañero pinchó y otro rompió la cadena. Comimos allí y regresamos en autobús. Fue una experiencia inolvidable”, recuerda.
El club también fomenta la convivencia más allá del ciclismo, con actividades como comidas navideñas y quedadas sociales. “Quedamos continuamente, no solo para montar en bici. Hemos creado amistades muy bonitas dentro del club”, señala la presidenta.
Además, el Club Ciclista Tomares apuesta por la accesibilidad y el crecimiento. “A veces salimos de forma más abierta, cualquiera puede unirse a nuestras rutas sin necesidad de ser socio. También subvencionamos ropa y muchas salidas con el dinero que recolectamos, lo que facilita que más personas se animen a participar”, detalla Ana.
Para quienes se cruzan con los miembros del club por los caminos, su equipación ciclista distintiva ya es conocida. “Entre la ropa, la competición y el boca a boca, cada vez somos más grandes. Solo tienen que ponerse en contacto con nosotros para pedir información”, concluye Ana.
El Club Ciclista Tomares sigue rodando, fortaleciendo los lazos entre sus miembros y promoviendo el ciclismo como un estilo de vida en la comarca y más allá.