Vecinos de la calle Armas de Santiago han denunciado públicamente la presencia de ratas en las inmediaciones de sus viviendas, y más concretamente junto a una serie de contenedores cuya capacidad consideran insuficiente para la cantidad de basuras que se acumulan en la zona.

Pero con independencia de ello, el origen del problema parece encontrarse en el estado de abandono que presenta una antigua bodega, que según los denunciantes se ha convertido ya “en un nido de ratas”.

Los vecinos dicen sentirse “desesperados”, entre otras cosas porque no encuentran solución a este problema a pesar de que aseguran haberlo puesto en conocimiento de Medio Ambiente.

“La gente está aburrida, pero yo me niego a que esta situación se normalice, porque si estamos viendo ratas en invierno, qué va a ocurrir cuándo lleguen la primavera y el verano”, se pregunta uno de los denunciantes, cuya terraza se encuentra situada justo frente de los contenedores de basura.

Además, lamentan las actitudes incívicas de quienes dejan los residuos junto a esos contenedores, dado que esta situación contribuye a la proliferación de roedores y al mismo tiempo bloquea el paso de los viandantes.

Intervención reciente del Ayuntamiento

El Ayuntamiento asegura haber actuado esta misma semana en la zona en dos ocasiones, algo que acredita incluso con los partes de trabajo de la empresa que se ocupa del control de plagas

Es más, fuentes del Gobierno local creen que posiblemente las actuaciones acometidas han podido favorecer una mayor presencia puntual de roedores en la vía pública, toda vez que al intervenir es frecuente que actúen de este modo.

En cualquier caso, los vecinos admiten que en alguna ocasión se les ha asegurado desde el propio Consistorio que no resulta posible intervenir en el interior de la bodega -que parece ser el foco de esta plaga de roedores- dado que se trata de una propiedad privada.

Los vecinos también reclaman la posibilidad de trasladar los contenedores, aunque el Ayuntamiento ha optado por añadir un nuevo contenedor para evitar que quede nada por fuera y las ratas puedan volver.