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El rey Salmán, diez años en el trono de Arabia Saudí a la sombra del príncipe heredero

En este tiempo, sin embargo, Bin Salmán, de 39 años, se ha erigido también como el líder del cambio en el país

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  • Salman bin Abdulaziz. -

Arabia Saudí cumple este jueves una década desde que el rey Salmán bin Abdulaziz accediera el trono, un reinado marcado por la decisión nunca antes vista de poner al joven Mohamed bin Salmán (MBS) como príncipe heredero, quien ha gobernado de facto el país entre varios escándalos y ha embarcado a la conservadora monarquía en un proceso de grandes cambios.

Diez años en los que Arabia Saudí intervino como líder de una coalición militar en la guerra del Yemen -que provocó la peor crisis humanitaria en el planeta- y los que uno de sus ciudadanos, el disidente y periodista Jamal Khashoggi, fue asesinado en octubre de 2018 en el consulado saudí en Estambul han creado una mancha muy difícil de quitar.

En este tiempo, sin embargo, Bin Salmán, de 39 años, se ha erigido también como el líder del cambio en el país.

Conscientes de que el petróleo -su mayor fuente de ingresos- tiene el tiempo contado, la monarquía saudí lanzó su Visión 2030 para diversificar la economía, acompañada de una apertura sin precedentes en el reino: turismo; más derechos para las mujeres y sin policía de la moral; ser anfitrión de grandes festivales, incluso 'raves'; y, sobre todo, acoger eventos deportivos mundiales.

Del Yemen al caso Khashoggi

"Han cambiado muchas cosas en diez años. Lo primero es que el enfoque de los saudíes respecto al conflicto (del Yemen) ha cambiado y ahora están entablando conversaciones con los hutíes", indica a EFE Baraa Shiban, investigador en el centro londinense Royal United Services Institute (RUSI).

La contienda en el Yemen comenzó en 2014 pero en marzo de 2015, en la primera gran decisión del nuevo rey Salmán, Riad intervino en el país que, según estimaciones de observatorios internacionales citados por la ONU, más de 150.000 personas han muerto como resultado directo de la violencia hasta 2022, año en el que Arabia Saudí declaró un alto el fuego para facilitar las conversaciones de paz.

En este tiempo, los hutíes también han cambiado: "Empezó como un problema saudí y ahora es más un problema colectivo occidental. EE.UU. ha lanzado y es probable que continúen lanzando ataques aéreos contra las posiciones dentro del Yemen, así como el Reino Unido e incluso Israel, por lo que han pasado de ser sólo el problema saudí en uno más internacional, pero concretamente occidental", afirma Shiban.

Pero lo que en estos diez años más ha manchado el reino ha sido el asesinato de Khashoggi. Shiban considera que esto ha sido "una pesadilla" en las relaciones públicas del país, algo que va a perseguir a MBS, acusado de haber ordenado la operación para matar al disidente, un extremo que el heredero al trono niega.

"El asesinato de Khashoggi y sus secuelas dañaron enormemente la imagen de los dirigentes saudíes y pusieron en tela de juicio la dirección que estaba tomando el país bajo el mandato del príncipe heredero", asegura a EFE el experto del Instituto Baker para la Política Pública de la Universidad Rice, Kristian Coates Ulrichsen.

También, el año pasado Arabia Saudí marcó un récord de ejecuciones, con 345 muertes, según la Organización Europea-Saudí para los Derechos Humanos, lo que suma 1.585 ajusticiados desde el ascenso al poder del rey Salmán.

Una apertura sin precedentes

Según Ulrichsen, la forma en la que Arabia Saudí se ha "abierto bajo MBS no tiene precedentes y habría sido inimaginables para muchos observadores del país antes de 2015, aunque hayan ido acompañadas de mano dura y de un aumento significativo de los niveles de represión interna".

Por ejemplo, Arabia Saudí lanzó en 2018 una campaña de arrestos contra activistas que lucharon por los derechos de la mujer, entre ellas Loujain al Hathloul.

No obstante, la investigadora Zarqa Parvez, de la Universidad Georgetown en Catar, afirma a EFE que Arabia Saudí es testigo de "una profunda transformación estructural en el panorama sociopolítico" y que sigue ocurriendo.

"Si bien las reformas visibles -como el derecho de las mujeres a conducir y las modificaciones de las leyes de tutela- sirven de indicadores significativos, el cambio fundamental radica en la integración sistemática de las mujeres en el marco económico e institucional del reino", dice.

Asimismo, apunta que "más que cambios superficiales" en el reino, se están viendo "cambios estructurales", donde "la integración sistemática de las mujeres en puestos directivos" refleja un cambio cuantitativo y cualitativo en el país.

Por otra parte, con un monarca de 88 años y un frágil estado de salud, Ulrichsen asevera que Salmán "será visto como una figura de transición que allanó el camino para el traspaso de poder" a una generación de "líderes más joven y muy diferente".

De hecho, como apunta, "MBS ha sido de facto quien ha tomado las decisiones durante tantos años, podría decirse que desde 2017 si no antes, que la transición clave de poder ya se ha producido, por lo que es posible que poco cambie de forma inmediata cuando finalmente suceda a su padre como rey"

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