Los vecinos de la barriada Guadalquivir de Coria del Río afectados por la contaminación derivada de una fuga de hidrocarburos de la gasolinera de Zamarrilla Inversiones S.L. han protagonizado este lunes una nueva protesta ante la Delegación Territorial de la Consejería de Medio Ambiente. La acción ha consistido en una simulación de vertido contaminante organizada junto a Ecologistas en Acción, como muestra de rechazo ante la falta de medidas efectivas y en demanda de soluciones por parte de las administraciones.
Los afectados han acudido a la sede de la Junta con motivo de la reunión que han mantenido en dicho departamento, un encuentro previo a la conformación de la mesa de trabajo promovida por la Consejería para abordar la problemática. Dicha mesa fue aprobada en febrero de 2024 en el Parlamento de Andalucía a instancias del PSOE, tras una proposición no de ley (PNL) en la que se solicitaba su creación.
Rogelia Gómez, portavoz del colectivo, ha manifestado que en la primera reunión de la mesa, prevista para el jueves 13 de marzo, la Consejería de Medio Ambiente "olvida" contar con los principales afectados, que no son otros que los propios vecinos. En la reunión de este lunes, los representantes de los afectados han exigido a la delegada territorial de Medio Ambiente, Concepción Gallardo, que se garantice su participación en la mesa de trabajo, además de reclamar "urgencia, transparencia y eficacia" en las actuaciones.
La mesa de trabajo contará con la participación del Ayuntamiento de Coria del Río, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Emasesa, Aljarafesa y las delegaciones territoriales de las consejerías de Sostenibilidad, Salud, Industria y Agricultura.
Todo ello en un contexto en el que pesa el informe emitido el 13 de diciembre por la Unidad Técnica de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado, que advierte del "foco contaminante" de la gasolinera.
Dicho informe técnico, según la fiscal de Medio Ambiente de Sevilla, "confirma el peligro de daño sustancial para la calidad de las aguas superficiales y un daño constatado en las aguas subterráneas, suelos y salud de las personas". En el documento se concluye que "se ha producido un peligro global de grave afección, con afección constatada en algunos elementos, al conjunto del sistema natural atacado", que incluye aguas, suelos y la salud de los habitantes de la zona.
