24 años de prisión por asesinato el acusado de apuñalar hasta la muerte a un joven

Publicado: 07/04/2025
La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a F.J.I.G., el hombre acusado de apuñalar hasta la muerte con un machete a un joven al salir de un bar de Toledo
La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a F.J.I.G., el hombre acusado de apuñalar hasta la muerte con un machete a un joven al salir de un bar del barrio del Polígono de la capital castellanomanchega, a 24 años de cárcel por un delito de asesinato con la agravante de ensañamiento.

Esta sentencia del tribunal toledano, a la que ha tenido acceso Europa Press, se produce después de que el jurado popular declarara al procesado culpable de asesinato tras la vista que se celebró del 24 al 27 de marzo.

La Audiencia Provincial considera como hechos probados que el 12 de marzo de 2023 el acusado, junto a J.M.G.V., conocido como 'J' y la víctima, X.G.C., llegaron hacia las 2.15 horas, al local 'Pomba Gira' del Polígono de Toledo y, hasta que salieron también juntos, sobre las 4.10 horas, permanecieron en actitud amistosa, conversando entre ellos y con otros conocidos del barrio que allí encontraron.

Prosigue indicando que una vez que el local cerró, X.G.C. y J.M.G.V. decidieron irse a casa, portando X.G.C. en la mano el vaso con lo que le quedaba de la bebida que se estaba tomando, saliendo tras ellos también el acusado, con quien el finado compartió un porro a las puertas del local.

SE FUERON A CASA A PIE

X.G.C. y J.M.G.V. iniciaron el camino de vuelta a casa a pie, pidiéndoles el acusado que le esperaran, que iba con ellos, caminando los tres juntos en dirección a Las Malvinas, donde residían.

Por el camino, según relata el fallo, ya en la calle Río Alberche, a la altura del número 56, habiéndose J.M.G.V. adelantado unos pasos, X.G.C., con el vaso en la mano, en estado muy ebrio, se detuvo preguntando al acusado "¿Te pasa algo conmigo?".

A ello añade la sentencia que el acusado se detuvo junto a X.G.C., con las manos en los bolsillos, mientras J.M.G.V. seguía caminando, momento en que, con una sonrisa en la cara, le contestó que "no".

"En ese momento, de forma inesperada y sorpresiva, se sacó del bolsillo de la chaqueta un machete de grandes dimensiones, al tiempo que, con el brazo izquierdo, inmovilizaba a X.G.C. desde atrás agarrándole por el cuello y, acto seguido, con el propósito de quitarle la vida, o asumiendo que su conducta podría provocar tal resultado, le comenzó a propinar hasta 12 puñaladas rápidas y sucesivas", apunta.

Constata la sentencia que las puñaladas se las dio en la cabeza y luego en la espalda, momento en que X.G.C. intentó girarse a la izquierda, levantando el brazo izquierdo para cubrirse frente al ataque, dándole entonces el acusado puñaladas en los brazos.

Aprovechando el acusado que X.G.C. alzaba los brazos, el tribunal afirma que le asestó un golpe en la axila izquierda, con trayectoria oblicua de abajo hacia arriba y de atrás hacia adelante, atravesando los músculos tríceps, redondo mayor y menor, seccionando la arteria y venas axilares.

Continuando con su ataque, le asestó, en la cara anterior del tórax, otras dos puñaladas que le seccionaron el músculo pectoral izquierdo, una por debajo de la clavícula que ocasionó una herida de 4x15 milímetros y otra que penetró con "gran fuerza" en la cavidad torácica por debajo de la clavícula, lesionando el pulmón en el lóbulo más superior, "atravesándolo hasta salir el machete por la espalda, causándole una herida inciso punzante en la espalda, en la zona cercana al cuello".

PUÑALADA INTENSA

La puñalada fue tan intensa que dejó en la piel de X.G.C. la impronta de la empuñadura del arma, quien, después de la agresión, y cuando el acusado había huido --aún con el vaso en la mano-- reinició la marcha unos pocos pasos diciéndole a J.M.G.V. "vamos" y, tras caminar unos pocos metros, se desplomó diciendo: "Me muero, me muero".

Acto seguido, prosigue el fallo, J.M.G.V. le cargó en brazos y se dirigió hacia el centro de salud del Barrio de Santa María de Benquerencia, ubicado a unos metros, en la calle Guadarrama, a cuyas puertas no consiguió llegar por faltarle la fuerza suficiente.

J.M.G.V. depositó a X.G.V. a unos 15 metros de distancia del centro de salud en el suelo, bocabajo y fue a pedir ayuda, saliendo a escasos minutos personal facultativo de su interior, que ya encontraron a X.G.V. en estado de asistolia, realizándole maniobras de reanimación sin éxito, por lo que falleció poco tiempo después, a las 5.36 horas.

Una de las dos puñaladas proferidas en la cara anterior del tórax le causó una herida penetrante en el hemitórax izquierdo que permitió la entrada de aire en el espacio pleural, provocando una hemorragia que dio lugar a la presencia de sangre en la cavidad pleural, comprimiéndose de esta manera el pulmón izquierdo y provocando ello dificultades respiratorias.

El fallecimiento de X.G.C. se produjo por shock hipovolémico a causa de la sección de la arteria y venas axilares que le provocó la puñalada en la axila, herida incompatible con la vida, que dio lugar a una hemorragia masiva rápida, pérdida de sangre a la que coadyuvaron las demás heridas.

J.M.G.V., al darse cuenta de la agresión dio una patada al acusado para apartarle, lo que hizo que se tambaleara y cayera hacia atrás, saliendo corriendo con el machete en la mano hasta llegar al paso de peatones entre las calles Guadarrama y Valdemarías que cruzó ya a paso más tranquilo, mientras se guardaba el machete en el bolsillo trasero del pantalón, dirigiéndose a su domicilio y deshaciéndose en el trayecto del arma que no fue recuperada.

Una vez en su casa, F.J.I.G. se encerró, se lavó y cambió de ropa, desprendiéndose de la que vestía en el momento de los hechos, permaneciendo oculto sin dar señales de su presencia a los agentes de la Policía Nacional que se personaron y llamaron a la puerta a las 5.15 horas así como a las 7.20 horas.

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