El arquitecto ha tenido que reactualizar el trabajo para satisfacer las peticiones de la UCA
La futura remodelación del colegio mayor Beato Diego parece encarrilarse de una vez, después de haber sufrido varios tropiezos en los últimos meses. La Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico recibirá a lo largo de esta semana, de manos del arquitecto Francisco Reina, el proyecto definitivo con las modificaciones incorporadas que solicitó en su día la Universidad de Cádiz (UCA).
La propuesta también deberá adaptarse a las exigencias municipales relativas a la rampa del aparcamiento subterráneo (el Ayuntamiento alegaba que invadía el Jardín Botánico) y el espacio allí contemplado.
Así las cosas, la gerente de la Oficina, Silvia López, cree que la revisión del trabajo será un trámite rápido, pues “está todo muy claro”. Y acto seguido enviará el documento a la UCA para iniciar cuanto antes la actuación. Todo ello con el objetivo de que la residencia de estudiantes, que cerró sus puertas en 2002, pueda volver a funcionar, renovada y con muchas más prestaciones, en septiembre de 2010, de acuerdo con la pretensión del Rectorado.
Esta obra permitirá ampliar la capacidad del equipamiento universitario, que pasará de 120 plazas a unas 155, distribuidas entre unos 75 apartamentos. Por otro lado, el nuevo Beato Diego contará con un servicio de cafetería, una sala de televisión y otra de informática, una biblioteca, un salón de actos, varios patios, así como dependencias para la dirección y administración del centro.
En cuanto a la financiación de la operación, cabe recordar que la Junta se hará cargo del 100% de las viviendas y del 20% de los espacios comunes. El 80% restante corresponderá a la UCA, que se lo compensará a la Administración regional a través de un canon.
La apertura de este colegio mayor es esperada con impaciencia en la comunidad universitaria, sobre todo por los alumnos, dadas las escasas y caras opciones de alojamiento que ahora existen en la zona.