El Mero tiene previsto recabar apoyos para que sea declarada de Interés Turístico por la Junta.
La ciudad de Algeciras se prepara para vivir este lunes su tradicional Romería Marítima en honor a la Virgen de la Palma, Patrona de la ciudad, y que congrega a más de 20.000 personas en la playa de El Rinconcillo. La Sociedad Federada de Pesca Deportiva El Mero es la encargada de organizar el acto que es “único en España” como indica a Europa Press el presidente de la entidad, José Cortés.
No en vano la imagen de la Virgen, que es una advocación de la Patrona, sale del fondo del mar, donde permanece durante todo el año, y llega en barco hasta la orilla de la playa donde los fieles le esperan para rendirle homenajes, adornarla con medallas, pañuelos y en definitiva para vivir "una jornada muy especial", como subraya Cortés.
Asimismo, confirma que la talla se encuentra “en perfectas condiciones”, tras las últimas inmersiones realizadas por los buzos de la sociedad que hoy, a partir de las 09.00 horas, sacarán a la Palma del fondo de la Bahía de Algeciras para llevarla al encuentro con su pueblo, una tradición que se repite cada año, pero que en los últimos ha adquirido un carácter turístico que le ha permitido convertirse en un acto multitudinario.
De hecho, durante toda la jornada los miembros de El Mero tienen previsto recabar apoyos, mediante la recogida de firmas, para que la romería marítima sea declarada de Interés Turístico por la Junta de Andalucía.
Algo que llevan ya algunas ediciones persiguiendo y que esperan lograr antes de que los fastos cumplan los 40 años. En la edición de hoy lunes se conmemoran los 36 años de una tradición popular que ya ha traspasado fronteras.
También, como explica Cortés, es importante resaltar la gran cantidad de niños que acuden a la romería marítima, ya que “son muchos los padres que presentan a sus hijos a la imagen”. No en vano, durante más de ocho horas la Palma queda expuesta al culto en un altar que se ubica en la misma playa y los algecireños y visitantes se encomiendan a ella. Pañuelos, medallas y todo tipo de insignias y recuerdos adornan a la patrona que refleja, en su rostro, el desgaste de los días en el agua, lugar al que volverá el martes hasta el año próximo.