La vida da muchas vueltas y más sorpresas aún, y eso sería el primer comentario que seguramente se le enredaría en la garganta a la vecina gaditana que enchironaron por tráfico de Marihuana.
Cuando escuchó el ruido que hacían las botas policiales subiendo apresuradamente las escaleras de su casa ,la buena mujer ni se inmutó ,pues era mucho la chiquillería que pasaba por allí a todas horas, por eso dicen que no tenía desperdicio la cara de congoja que puso en cuanto vio irrumpir en la tranquilidad de su casa a tanto agente de riguroso uniforme
-Qué es esto?-dicen algunos que preguntaba. Otros ,en cambio, afirman que mas bien fue un“¿Qué día es hoy?” ,entre lastimeros y extrañados ademanes
Coincido con propios y extraños en que la cara que debió poner la anciana de 72 años cuando se colaron en su casa medio cuerpo de la policía , buscando las macetas de marihuana que ella había plantado para darle de comer a los pájaros, debió de ser para los videos de primera . Y es que no todos los días en la milenaria ciudad de Cádiz ,capital donde las haya y ahora mucho más , Nacionales y locales ,requisan y ponen a buen recaudo ocho encanijadas plantas, que según la buena señora solo servían para alimentar a los pájaros que se posaban en los alfeizaras de sus ventanas
Lo que no le dijeron los agentes de la policía es que los pasados días de Tosantos, con los fríos prematuros con que nos convidó el comienzo del invierno ,los vapores libertarios del brasero que atesoraba su mesa camilla, pusieron a medio barrio y sobre todos a los vecinos de escalera, más contentos que unas pascuas y con unas risas que pa qué les voy a contar ,que se hartaron de bailar y cantar hasta que las venas del cuello se les hincharon como mástiles y los pies se les enjuanetaron por completo .Pero aún así , ,cansados y maltrechos , seguían sin que les importase un ápice ni que subiesen las hipotecas ,ni las cebollas ,y ya ni les cuento de los juicios y sentencias, los mítines y ruedas de prensa , que marcaban el ritmo cotidiano de todos los informativos y las portadas de los diarios.
En fin y por ahorrar espacio, les diré que de la algarabía que se formó en todos los pisos que compartían hueco de ventilación con el de la señora y que prodigiosamente recibieron los alentadores vahídos de la marihuana , mezclados indolentemente con los de las ascuas del brasero, el que se llevó la palma fue justamente el de los Rocamora ,que la liaron pero bien liada ,saliendo a la terraza que compartían con Paquita ,medio desnudos y besándose y abrazándose , como quien le va la vida en ello.
Fue esta vecina, abandonada y pertrechada en recuerdos , desde que la dejó el marido ,como dice ella ”por una pelandusca de tres al cuarto” , la que avisó a la policía, no por jorobar como después le echaron en cara algunos vecinos ,sino porque no podía permitir que los demás fueran tan felices ,cuando ella se moría por dentro.
Ahora ,se arrepiente , pero ya no tiene remedio ,porque las plantas están requisadas y presas, sus vecinos no la miran y encima le dicen , cuando se la encuentran en el ascensor,”a ver...¿ a usted quien la llamaba en este entuerto?.
Por eso se ha ido a uno que ella conoce de esos que venden de todo y le ha pedido unas yerbas ,que ha sembrado en unas macetas tan viejas , como las que tenía en la ventana su vecina , y no para de mirarlas crecer día a día, cuidándolas como cuidó al desalmado que la dejó para no volver , porque ya empieza a metérsele el frío en el corazón y en los huesos y tiene ganas de dar de comer a los pájaros que se posan en los alfeizares y de alentar con ellas ,cuando estén bien secas ,las fauces ardientes del brasero, que guarda en el fondo de la trastienda ,junto a sus ganas de que de nuevo la quieran.