Los tres ocupantes de la embarcación pagaron las tasas para atracar en el Náutico y se marcharon
Los ocupantes del yate Esther Nara llegaron al Club Náutico el pasado martes solicitando poder atracar en sus pantalanes alegando que sufría una avería, pagaron las tasas correspondientes y abandonaron el lugar sin que, hasta la fecha, se conozca su paradero. La Policía Nacional mantiene abierta la operación y la investigación “va por buen camino”, según fuentes de la Comisaría portuense encargada de averiguar quiénes eran los tripulantes de la embarcación abandonada en el Náutico y quiénes son los propietarios de los tres mil kilogramos de droga encontrados en su interior. Fuentes consultadas por este medio señalan que en el yate viajaban tres personas que llegaron a las instalaciones del Náutico el martes por la tarde-noche, ya que había anochecido. Explicaron que la embarcación estaba averiada por lo que solicitaron dejarla atracada pagando los cánones correspondientes y abandonaron el lugar con gran rapidez. Esta situación levantó las sospechas de los trabajadores del centro, aunque la Policía Nacional fue alertada realmente por una llamada anónima, según señalan desde la Comisaría. Esa comunicación señalaba que el barco podía transportar droga ya que presentaba una línea de flotación demasiado baja y la popa estaba prácticamente hundida. Demasiado peso para una embarcación que, a simple vista, no llevaba carga, ni siquiera estaba ya ocupada. Fue entonces cuando la Policía estableció un dispositivo de vigilancia en ambas márgenes del río en la que tomaron parte agentes de paisano, según relatan empleados del club, quienes sostienen que quizás se esperaba que otra embarcación viniera a recoger la carga, aunque el tiempo desveló que no fue así. Desde la Comisaría portuense se pidió la colaboración del equipo canino de estupefacientes de la Guardia Civil, que marcaron positivo en droga en el interior del barco. Tras obtener el mandamiento judicial de registro, y apoyados por agentes de la Policía Científica de Sevilla y El Puerto, los policías hallaron en el interior del yate numerosos fardos que arrojaron un peso final de 3.000 kilos de hachís y polen de hachís. El yate, según las mismas fuentes, había sido alquilado hacía unos días en la ciudad alicantina de Denia pero no había sido devuelto en el tiempo fijado en el contrato. Respecto a sus tripulantes, la Policía Nacional mantiene abierto el operativo y según se señala va “por buen camino” para localizar a sus ocupantes y determinar de dónde procede la droga incautada, aunque al cierre de esta edición no se había practicado ninguna deteción. Los agentes del Greco (Grupo de respuesta especial contra el crimen organizado) participa en esta operación.