El Tesoro español cerró una subasta de deuda con fuerte demanda y menores intereses en las obligaciones a diez años.
El Tesoro español logró este jueves resistir la presión de las agencias de medición de riesgos y cerró una subasta de deuda con fuerte demanda y menores intereses en las obligaciones a diez años, pocas horas después de que Moody's rebajara de golpe la nota a autonomías, bancos y empresas públicas.
La degradación aplicada por Moody's a diez comunidades autónomas, cuatro grandes entidades financieras, y diversos organismos oficiales como la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) o la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) no parecía influir en exceso en el ánimo de los inversores.
Ni la prima de riesgo país de España ni el mercado de renta variable acusaban el varapalo, y seguían una evolución similar al resto de países europeos.
De este modo, si bien el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo se situaba en la apertura por encima de 340 puntos básicos y alcanzaba a las 09.30 horas un máximo intradía de 346, se moderaba tras la emisión española y permanecía estable en torno a 335.
Por lo que respecta a la Bolsa española, tras comenzar la sesión con un descenso superior al 1 %, a lo largo de la jornada moderaba la caída y ni siquiera los grandes bancos castigados por Moody's sufrían descensos notables.
Los analistas consultados por EFE destacaron de nuevo la fuerte demanda y la contención del precio, sobre el que el Tesoro no se ha visto obligado a aplicar prima alguna.
En concreto, el responsable de la mesa de deuda de Ahorro Corporación, Javier Ferrer, ha explicado a EFE que en esta ocasión lo más relevante ha sido que los niveles marcados en el mercado secundario en la presubasta son los que han prevalecido en la emisión, es decir, que el Tesoro no ha tenido que primar la emisión por encima del mercado.
Ferrer también ha destacado la escasa intervención que los bancos centrales han efectuado en los últimos días sobre la deuda, con lo que el precio marcado por el mercado no ha sufrido ninguna distorsión.
En total, el Tesoro ha adjudicado hoy 3.905,78 millones de euros en obligaciones, frente a un objetivo máximo de emisión de 4.250 millones y solicitudes por parte de las entidades que han alcanzado 7.257,98 millones.
De esos 3.905 millones, 1.082,38 han correspondido a obligaciones a cinco años, con un interés marginal del 4,827 %, y 1.035,78 millones a deuda a ocho años, con una rentabilidad del 5,147 %, ligeramente superior al 4,998 % de la subasta precedente.
Sin embargo, la mayor parte -1.787,62 millones- se ha colocado en obligaciones a diez años con un interés del 5,453 %, por debajo del 5,921 % anterior.
La vicepresidenta Elena Salgado ha destacado al término de la emisión que los intereses pagados están en línea con lo pagado en los últimos meses y ha subrayado la rebaja en la rentabilidad de las obligaciones a diez años, al tiempo que ha mostrado su satisfacción por la amplia demanda.
Más contundente se ha mostrado el ministro de Industria, Miguel Sebastián, que ha asegurado que el mercado "pasa" de las agencias de calificación, a las que hoy ya sólo prestan atención los medios de comunicación.
El Tesoro tiene aún otra cita con los mercados este mes, ya que el próximo martes emitirá letras a tres y seis meses.