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Viernes 08/11/2024
 

La realidad y Rajoy

Si al pobre de Rajoy “la realidad” le impide cumplir con sus compromisos electorales, no será desdeñable estimar que a sus empobrecidos votantes la realidad les lleve a no querer cumplir con sus compromisos electivos

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no es por parafrasear a Cernuda -La realidad y el deseo- , sino porque me ha dejado muerto el titular de ABC en su entrevista a Mariano Rajoy: “Quien me ha impedido cumplir con mi programa electoral es la realidad”...y el mozo se ha quedado tan fresco, y hasta le han hecho la ola los compañeros periodistas y/o manijeros del marqués de Luca de Tena.
Ya era hora que el ex ministro de Administraciones Públicas, Educación, de Presidencia y Vicepresidente del Gobierno cayera en esas cuentas y diera en razonar que una cosa es predicar y otra dar trigo...Que una cosa es gestionar una crisis, como aquella que acabó por tiempo con su maltrecho Prestige y la misma cosa es abandonar a su suerte a un petrolero herido que desde el fondo del mar -matarile- dejaba escapar “inofensivos hilillos de plastilina”, que las hemerotecas y ustedes tan bien recuerdan.

Si aquel chapapote dejó al ínclito negro hasta la cejas en aquel marrón, es ahora el Foro Económico Mundial quien no ceja en señalar a la nueva España de Rajoy “a la cola mundial en el control del déficit y la deuda pública”, y los datos de su propio ministerio de Hacienda -Montoro ha caído en un estresante apartamiento de la escena pública- quien señala que si en el período enero-julio de 2011 -con Zapatero- habían ingresado a España apenas 23.000 millones de euros en inversión externa- en ese mismo periodo de 2012 -con Rajoy- han huido de suelo patrio -España, vaya- la friolera de 219.000 millones de euros en el mismo concepto, de pura y demostrada confianza en nuestra economía.

Y la prima de riesgo -que es la niña malcriada de Rajoy- ha subido desde los menos de 300 puntos básicos a los que llegó con el desgobierno Zapatero a jugar con los 600 que de la mano del gobierno de Mariano, Montoro y Gindo, que algo tuvo que ver en la caída de Lehman Brothers y el comienzo de esta crisis en España y Portugal.

Siguiendo con la inveterada costumbre de mentir -de no ajustarse a la verdad, que dicen ellos más finamente- el tal de Guindos después de adjurar de la posible creación de un banco malo, aprovecha agosto para crearlo, “sin que nos cueste un euro a los españoles”, sino cargando la factura al rescate de la banca, de la que los españoles somos, como los buenos padres, primeros responsables ante el Banco Central Europeo...Este banco malo -¿los hubo buenos?- comprará a los bancos privados con nuestro dinero público,  pisos, casas, promociones, desahucios y suelos para ponerlos en venta en mal momento y a bajo precio, con lo que los bancos habrán hecho el triple agosto de cobrar hipotecas hinchadas a empresas y particulares, vender sus pufos y a ahora cobrar rescate al Estado, que formamos un aguerrido grupo de millones de particulares.

Y es que es cosa de gestión y de actitud: “Quien me ha impedido cumplir con mi programa electoral es la realidad”, dice Rajoy. Ole mi niño. Sin temor de Dios, que juega de su lado, y sin vergüenza, que es expresión que también se deja escribir junta y en un solo sustantivo: sinvergüenza, bribón, caradura, golfo, tunante, canalla...adjetivos todos que malean cualquier currículo y a cuyo portador yo no querría en casa ni como fontanero, menos aún de capataz de mi finca o presidente de mi comunidad de vecinos.

Si al pobre de Rajoy “la realidad” le impide cumplir con sus compromisos electorales, no será desdeñable estimar que a sus empobrecidos votantes la realidad les lleve a no querer cumplir con sus compromisos electivos, y esto a una situación social de imposible sostenimiento cuya solución tal vez no pase por Europa, sino por el colegio electoral.

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