La crisis económica actual, denominada la Gran Recesión, abre una grieta honda, provocando una negación de los derechos, deberes y libertades fundamentales de las personas. Significa, diezmar toda posibilidad de participación activa y representación. En estos tiempos de asfixia económica y paro estructural, las problemáticas se acentúan gravemente. En España, las últimas decisiones de pseudoreconstrucción del tejido económico para obtener el beneplácito de la facción más conservadora e inflexible de la UE (Alemania y Francia), se está llevando mediante una reforma laboral descarnada, con ingredientes tan manidos y deshumanizadores, como la destrucción y la precariedad laboral, el abaratamiento del despido, la flexiseguridad, la subida de impuestos directos e indirectos, el ataque a derechos económicos adquiridos por el funcionariado, etc. Este proceso, que va estrangulando los derechos adquiridos por todas las generaciones anteriores, tan sólo puede desembocar en empañar paulatinamente la calidad y el bienestar a nivel individual, familiar y comunitario, menoscabando los valores de solidaridad, para dar paso, a una competitividad agresiva y a una sumisión laboral. Los innumerables recortes también han supuesto una sacudida a la cohesión social, reflejándonos una institución política, que ha perdido fortaleza, credibilidad y reconocimiento, por ser el cancerbero de la política económica, “amante” fiel de un mercado que ha actuado sin control ni regulación. Desde ese escenario, lejos de acortarse las cotas de pobreza, desigualdad y exclusión social, se han disparado notablemente, de forma más vertiginosa y progresiva, conforme van empeorándose la tasa de desempleo, la eliminación o reducción drástica de prestaciones, ayudas materiales y servicios de protección socioeducativa y sanitaria… El Tercer Sector, instituciones privadas sin ánimo de lucro, dan una respuesta directa y permanente a las problemáticas sociales, incluso cuando sus subvenciones hacen malabarismo o simplemente son reducidas o eliminadas. Por eso, escuchar, valorar y se partícipes en sus esfuerzos es una responsabilidad de toda la ciudadanía…Recojamos el testigo que nos brinda la Fundación Valdocco. Nos invita a que asistamos a la Cena Benéfica, organizada en el Muelle de las Carabelas, el próximo 28 de Septiembre. Si desean contribuir a la labor ingente que está realizando esta entidad onubense, pueden adquirir su entrada en su sede, sito C/ Gladiolo s/n, llamando al teléfono 959 545 013 extensión 235. Igualmente pueden obtener más información visitando su página web: www.valdocco.org. Colaborar con esta iniciativa, es darle la mano a la solidaridad y a la justicia social...