La demencia suele presentarse a la vez que otros signos o síntomas a los que los profesionales sanitarios llamamos Grandes Síndromes Geriátricos. Estos signos o síntomas en el caso de la demencia están indicando un deterioro progresivo de los procesos del pensamiento, como pueden ser cambios en el comportamiento o dificultad para continuar con las habilidades adquiridas a lo largo de la vida. El 20% de todas las personas con más de 80 años padece demencia, y debido al envejecimiento creciente de la población, la demencia se está convirtiendo en un problema de gran magnitud.
La demencia va apareciendo con diversos signos que es importante conocer, como son, cambios del carácter, así, se observará como se producen alteraciones del comportamiento. Las personas con demencia están agitadas, a menudo no descansan por la noche y en ocasiones se muestran suspicaces o agresivas, dificultad para realizar ciertas tareas como por ejemplo vestirse, trastornos del pensamiento, por lo que las personas con demencia tienen dificultades en el lenguaje o problemas para hacer cálculos, dificultad para planificar y hacer previsiones como concertar una cita, problemas en la orientación, es frecuente ver como las personas con demencia se pierden con facilidad porque olvidan donde se encuentran, pérdida de memoria que al inicio suele afectar sobre todo acontecimientos que han ocurrido recientemente como, por ejemplo, lo que se acaba de decir o lo que se disponían a hacer, y mas adelante olvidan también acontecimientos que han ocurrido a lo largo de su vida.
Con todo esto, llega un momento en que la vida diaria se hace difícil, así como la vida laboral y otras actividades, y las personas con este problema se hacen más dependientes, solicitando unos cuidados continuos a sus familiares.
El signo más común en la demencia es la pérdida de la memoria, por eso muchas personas se sienten atemorizadas ante la pérdida de la misma, porque piensan que es el primer signo de deterioro y que van a pasar a depender de los demás, no obstante el hecho de que una persona pueda sentirse en un momento determinado confundida no significa que tenga necesariamente una demencia.
En los procesos de envejecimiento lo primero que se pierde es lo último que se ha aprendido, por eso es común en las personas con demencia el no recordar lo que se ha desayunado y sí recordar sucesos ocurridos muchos años atrás. No conviene dramatizar, ya que con los años es normal que se tenga menos agilidad mental, como ocurre con la agilidad física, por otro lado, está demostrado que la actividad física favorece el desarrollo cognitivo, por ello es importante desarrollar tanto actividad física con ejercicios aeróbicos, caminar media hora mañana y tarde a un paso más ligero del normal, como actividad intelectual para evitar el deterioro de la memoria, jugar al dominó o al ajedrez, leer o realizar crucigramas, sudoku, sencillos ejercicios de cálculo, etcétera. Son recomendables y pueden ser muy útiles para ejercitar la mente.
Si cree que su pérdida de memoria es cada vez mayor, es aconsejable que acuda a su médic@ de familia, para que ést@ le realice los test y cuestionarios pertinentes.(Colabora, Salvador Luque García).
La demencia va apareciendo con diversos signos que es importante conocer, como son, cambios del carácter, así, se observará como se producen alteraciones del comportamiento. Las personas con demencia están agitadas, a menudo no descansan por la noche y en ocasiones se muestran suspicaces o agresivas, dificultad para realizar ciertas tareas como por ejemplo vestirse, trastornos del pensamiento, por lo que las personas con demencia tienen dificultades en el lenguaje o problemas para hacer cálculos, dificultad para planificar y hacer previsiones como concertar una cita, problemas en la orientación, es frecuente ver como las personas con demencia se pierden con facilidad porque olvidan donde se encuentran, pérdida de memoria que al inicio suele afectar sobre todo acontecimientos que han ocurrido recientemente como, por ejemplo, lo que se acaba de decir o lo que se disponían a hacer, y mas adelante olvidan también acontecimientos que han ocurrido a lo largo de su vida.
Con todo esto, llega un momento en que la vida diaria se hace difícil, así como la vida laboral y otras actividades, y las personas con este problema se hacen más dependientes, solicitando unos cuidados continuos a sus familiares.
El signo más común en la demencia es la pérdida de la memoria, por eso muchas personas se sienten atemorizadas ante la pérdida de la misma, porque piensan que es el primer signo de deterioro y que van a pasar a depender de los demás, no obstante el hecho de que una persona pueda sentirse en un momento determinado confundida no significa que tenga necesariamente una demencia.
En los procesos de envejecimiento lo primero que se pierde es lo último que se ha aprendido, por eso es común en las personas con demencia el no recordar lo que se ha desayunado y sí recordar sucesos ocurridos muchos años atrás. No conviene dramatizar, ya que con los años es normal que se tenga menos agilidad mental, como ocurre con la agilidad física, por otro lado, está demostrado que la actividad física favorece el desarrollo cognitivo, por ello es importante desarrollar tanto actividad física con ejercicios aeróbicos, caminar media hora mañana y tarde a un paso más ligero del normal, como actividad intelectual para evitar el deterioro de la memoria, jugar al dominó o al ajedrez, leer o realizar crucigramas, sudoku, sencillos ejercicios de cálculo, etcétera. Son recomendables y pueden ser muy útiles para ejercitar la mente.
Si cree que su pérdida de memoria es cada vez mayor, es aconsejable que acuda a su médic@ de familia, para que ést@ le realice los test y cuestionarios pertinentes.(Colabora, Salvador Luque García).
TE RECOMENDAMOS
ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN
Lo más leído
Lo último
Boletín diario gratuito
- La demencia en la edad senil · El Periódico de Utrera · Viva Aljarafe
-
-
Seccionesexpand_more
-
- Hemeroteca
- Quiénes somos
- Contacto
- Publicidad
- Aviso Legal
- Cookies
- Seguridad
- Protección de datos